
Los controles de seguridad en Europa renuevan los escáneres de los aeropuertos y autorizan que los pasajeros puedan subir al avión con hasta dos litros de líquido en su equipaje de mano. Estos nuevos sistemas de control acabarán con una de las restricciones que más dolores de cabeza ha causado entre los pasajeros a la hora de preparar sus maletas de cabina.