Hasta siempre amigo

    • A pesar de lo que desgraciadamente ha ocurrido en el caso de Tito, más de un 75% de estos tumores son de naturaleza benigna.
    • En este caso permíteme que te digamos que tú has hecho historia. Hasta siempre amigo.
El barcelonismo se despide de Tito Vilanova en un día de luto en el Camp Nou
El barcelonismo se despide de Tito Vilanova en un día de luto en el Camp Nou
Dr. Antonio López Farré

Cuando inicialmente empecé a escribir el artículo que hace que nos encontremos en lainformacion.com cada fin de semana, lo hacía como siempre con el humilde propósito de acercarles a todos ustedes a la ciencia de la biomedicina e intentar explicarles este mundo tan interesante de cómo funcionan nuestras células, los procesos que pasan dentro de ellas y en definitiva nuestro como funciona y reacciona nuestro organismo. Como todos los fines de semana había estado recogiendo información para elegir el tema del que íbamos a hablar hoy. Pero, en ese momento me enteré de la dolorosa muerte de Tito Vilanova, un gran entrenador, un hombre bueno y sobre todo un valiente que afrontó su enfermedad con entereza y coraje pensando, según él mismo dijo, en sus hijos.

Como todos ustedes conocen, Tito Vilanova había sufrido un proceso de cáncer en la glándula parótida. No sé si recordarán que cuando se hizo público que Tito Vilanova sufría un proceso cancerígeno de la glándula parótida dedicamos el artículo de ese fin de semana a explicar brevemente en que consistía esta dolencia. Entonces titulamos en Teinteresa el artículo, "la glándula parótida protagonista triste de la semana". Por desgracia, la glándula parótida ha vuelto a ser el protagonista de la noticia en este caso más triste de la semana. Por eso, como un pequeño y muy humilde homenaje de esta página de salud en Teinteresa a Tito Vilanova, me gustaría hoy recordarles algunas de las explicaciones que entonces les dimos sobre la glándula parótida.

La glándula parótida está localizada en parte más lateral y posterior de la boca. Su función es la producción de saliva. Junto con las otras glándulas salivares que tenemos, al día producimos aproximadamente entre 0,5 a 2 litros de saliva. Esta gran cantidad de saliva tiene mucha importancia para nuestra salud, y no solo para la salud de la cavidad bucal. Por ejemplo, la saliva es una de los primeros participantes en el proceso de la digestión de los alimentos que ingerimos. Mediante la saliva se produce la primera degradación de los alimentos, ya que este líquido liberado en la cavidad bucal contiene diferentes proteínas que llamamos enzimas, porque modifican otros compuestos, y en el caso de la saliva son capaces de degradar los alimentos. Por ejemplo, la saliva tiene una proteína, que es una enzima, llamada ptialina que desdobla los hidratos de carbono complejos como puede ser el almidón. El almidón es un compuesto importante de alimentos como la patata y el arroz.

La saliva, además de degradar alimentos, tiene otras muchas funciones. Por ejemplo, ayuda a impedir las infecciones de la boca y protege los dientes. También se ha descrito que la saliva reduce el dolor ya que contiene una sustancia que se llama Opiorfina.

Realmente, los tumores de las glándulas salivares representan sólo entre un 3 y un 5% de las neoplasias (masas anormales de tejido) que se sitúan en la región llamada cabeza y cuello. Sin embargo, el 80% de estos tumores se presentan en la glándula parótida al ser ésta la glándula salivar de mayor volumen que tenemos. En este sentido, existen unas cuarenta variedades histológicas de estos tumores. A pesar de lo que desgraciadamente ha ocurrido en el caso de Tito, más de un 75% de estos tumores son de naturaleza benigna.

El dolor es un proceso de alarma del organismo. Evidentemente el tener un dolor no bien determinado en muchas ocasiones no significa tener una patología grave como puede ser un cáncer. Pero sí ocurre que cuando algo duele pensamos que algo no está bien. No todo el mundo es capaz de aguantar la misma intensidad de dolor. Parece ser que el nivel de "aguante" del dolor viene de alguna manera marcado en nuestros genes. Un estudio reciente de unos investigadores americanos parece que demuestran esta hipótesis. Estos investigadores analizaron 2721 personas que padecían dolor y estaban tomando medicamentos para combatirlo. Todos ellos, mediante una escala que se estableció, calificaron la intensidad de su dolor. En el estudio, el 9 por ciento de los participantes tenía baja la percepción del dolor, el 46 por ciento tenía la percepción del dolor moderado y el 45 por ciento tenían una alta percepción del dolor. Estos investigadores encontraron que alteraciones en un gen llamado DRD1 estaba asociado con tener baja la percepción del dolor mientras que alteraciones en el gen DRD2 tenía asociado con una percepción alta del dolor. El DRD1 y DRD2 son dos receptores (proteínas donde se unen otras proteínas para ejercer su función) de la dopamina.

La dopamina es un neurotransmisor que tiene muchísimas funciones. Por ejemplo, se le considera la sustancia química que media placer en el cerebro. Pero también tiene un papel importante desde procesos del movimiento hasta alteraciones de alguno de sus receptores se han asociado con ansiedad social o fobia social.

También llamamos dolor a un sentimiento de profunda tristeza. Hoy Tito sentimos dolor y por eso en recuerdo a ti no vamos a terminar este artículo con nuestro habitual "Dice la historia". En este caso permíteme que te digamos que tú has hecho historia. Hasta siempre amigo.

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