Efectivos de las Fuerzas Armadas trasladan a un menor marroquí en la playa del Tarajal.

Las señales de la avalancha que se avecinaba eran visibles desde hacía tiempo, pero el uso por parte de Rabat de la inmigración como arma nunca había alcanzado tal magnitud. El pulso no acaba aquí.

Pedro Sánchez
Escrivà

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