El río de lava ha llegado ya al mar mientras continúa la erupción. Según los expertos es "demasiado pronto" para prever un periodo de estabilización.
Tan solo hay una esperanza para la zona, los trabajos que los bomberos están realizando con maquinaria pesada para tratar de encauzar la lava y que evite el barrio.
Se trata del terremoto de mayor magnitud que se registra en la isla desde el domingo, cuando un seísmo de 3,8 precedió en unas horas al inicio de la erupción.
Este nuevo volcán ha surgido cuando estaban a punto de cumplirse diez años de la erupción submarina de El Hierro, que formó el volcán Tagoro bajo el Mar de Las Calmas.
Cerca de 5.000 personas han sido evacuadas. La expulsión de lava comenzó mientras se ponía en marcha el plan de evacuación, que puede llegar a afectar 10.000 vecinos.
Desde las 10.16 horas de este domingo se han encadenado hasta una docena de temblores con magnitudes que han oscilado entre 2,1 y 4,2 en la escala de Richter.
El movimiento sísmico más intenso tuvo lugar a las 6:28 horas pero antes fueron localizados más de 50 de magnitud de entre 1,2 y 2,6, la mayoría de los cuales tuvieron la misma localización.
El comité científico y de dirección del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias advierte que aumenta la probabilidad de temblores de mayor intensidad que pueden causar daños a las edificaciones.
Según han informado fuentes del servicio de emergencias 112 y del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el primer temblor, de magnitud 4,5, tuvo su epicentro en Cijuela a las 23.25 horas.
Las magnitudes de los seísmos se encuentran entre 0,6 y 1,9 (mbLg) y las profundidades entre 8 y 23 kilómetros, ha informado el IGN en una nota.
La zona de Alborán está registrando una importante actividad sísmica en las últimas horas, con multitud de réplicas con magnitudes que oscilan entre 2 y 3.
La serie se "reactivó" a finales de enero y, desde el día 23 de enero, el IGN ha registrado cinco terremotos con magnitud superior a 4, que fueron sentidos por la población y causaron daños materiales.
Estos movimientos forman parten de la serie de terremotos que afecta a esta zona desde diciembre y que se reactivó el pasado sábado 23 de enero, con un primer terremoto de 4,4 de magnitud.
Aunque todos estos seísmos no han llegado a causar daños estructurales, los desperfectos en fachadas, chimeneas y otros elementos ornamentales se cuentan por centenares en Santa Fe.
La concatenación de temblores ha provocado algunos daños como desprendimientos y hundimientos en un edificio abandonado ubicado entre las calles Cruces y Pintor Velázquez.
Son ya más de ochenta los temblores que, desde este pasado sábado, mantiene con miedo e incertidumbre a una población de más de medio millón de habitantes.
Los temblores de los últimos días solo han dejado daños materiales que no han afectado a las estructuras de los inmuebles, como han dicho responsables municipales de Granada capital, Santa Fe y Atarfe.
Los temblores prácticamente consecutivos con epicentro en Santa Fe tuvieron una magnitud de 4,2 (22:36 horas), 4,2 (22:44 horas) y 4,5 (22:54 horas).
Detectado otro terremoto en la provincia andaluza, con epicentro en la localidad de Atarfe y de magnitud 3,3, después de que el sábado se multiplicaran los casos y se diera uno de 4,4 que alertó a la población.
El seísmo se ha producido a las 00:09 horas, a una profundidad de un kilómetro, con epicentro en Chauchina, según la información del Instituto Geográfico Nacional
Los seísmos no han sido sentidos por la población, ni se han recibido llamadas en el teléfono 112.
El Instituto Geográfico Nacional lo sitúa a las 01:46 horas con epicentro al sur de Caravaca. Posteriormente se han producido réplicas de entre 1,5 y 2,1 con epicentro en Cehegín y Caravaca.
La sacudida ha durado alrededor de cinco segundos y le ha seguido una réplica de menor intensidad, sin que se tenga constancia de daños personales o materiales.
Se ha registrado a las 4.07 minutos con epicentro a pocas millas de la costa al norte de la ciudad de Torrevieja (frente a la pedanía de La Mata) y a una profundidad de 4 kilómetros.
Se trata de un nuevo episodio de la serie de terremotos que están sacudiendo la comunidad foral durante las últimas semanas.
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