Alemania recuerda a Federico II con la gran exposición "Friederisiko"

  • La ciudad de Potsdam, junto a Berlín, recuerda desde hoy al rey Federico II el Grande de Prusia (1712-1786) con una gran exposición con motivo del 300 aniversario del nacimiento del monarca, que amplió los dominios de su reino con nuevas conquistas y fue un gran mecenas de las artes.

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Berlín, 26 abr.- La ciudad de Potsdam, junto a Berlín, recuerda desde hoy al rey Federico II el Grande de Prusia (1712-1786) con una gran exposición con motivo del 300 aniversario del nacimiento del monarca, que amplió los dominios de su reino con nuevas conquistas y fue un gran mecenas de las artes.

"Friederisiko", un juego de palabras con su nombre y el término 'riesgo' en alemán, es el título de la muestra en el Neuen Palais (nuevo palacio) del complejo barroco de Sanssouci, lugar en el que el rey prusiano gustaba de retirarse para disfrutar de las artes.

Organizada por la Fundación Prusiana de Palacios y Jardines, la exposición ocupa 70 de las 930 salas y habitaciones del citado palacio, algunas de las cuales vuelven a abrir de nuevo al público tras años cerradas y después de ser restauradas minuciosamente para recuperar su aspecto original en tiempos del monarca.

Con un presupuesto de 6,5 millones de euros, se trata de la mayor de las múltiples exposiciones organizadas este año en Alemania para recordar al rey soldado que dio vida al término "prusiano" como concepto de disciplina, ascetismo, puntualidad y orden.

"Friederisiko" ilustra en doce capítulos, aunque no de forma cronológica, la vida del monarca que conquistó grandes territorios como Silesia y consiguió elevar a Prusia a la categoría de gran potencia europea al mismo nivel que Austria, Francia, Gran Bretaña y Rusia.

Representante del absolutismo ilustrado y "primer servidor del Estado", como se autocalificaba él mismo, Federico II se carteaba con Voltaire, quien le visitó varias veces, tocaba magistralmente la flauta y escribía poesía y ensayo, como su obra "Antimachiavell", en la que analizó de manera crítica "El príncipe" de Maquiavelo.

Unas 500 piezas, algunas llegadas de distintos museos europeos para la ocasión, forman parte de la exposición, centrada en los amigos del monarca, su vida cotidiana o su relación con otras monarquías europeas, algunas de las cuales fueron sus enemigos de guerra.

Destaca también la restauración de la llamada habitación de los canes, una sala reducida en la que el monarca acostumbraba a retirarse para disfrutar en solitario del cariño de sus perros.

De su amor por sus canes y caballos da testimonio el hecho de que la tumba del monarca, que cuenta con una sencilla lápida en un lateral de los jardines de Sanssouci, se encuentra rodeada de las que ocupan las que fueron sus animales favoritos.

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