Cristiano Ronaldo recupera el olfato y la sonrisa

  • La goleada del Real Madrid al Osasuna (4-0) dejó un protagonista y una excelente noticia para el madridismo, la vuelta de la sonrisa al rostro del portugués Cristiano Ronaldo, autor de un doblete con dos disparos imparables marca de la casa.

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Carlos Mateos Gil

Madrid, 26 abr.- La goleada del Real Madrid al Osasuna (4-0) dejó un protagonista y una excelente noticia para el madridismo, la vuelta de la sonrisa al rostro del portugués Cristiano Ronaldo, autor de un doblete con dos disparos imparables marca de la casa.

El atacante portugués fue el futbolista más destacado de su equipo firmando una excelente actuación que muestra que los problemas físicos sufridos durante las últimas semanas -lesión muscular en el bíceps femoral izquierdo y molestias en la rótula-, esos que le hicieron perderse la final de la Copa del Rey, están ya olvidados.

De hecho se encontró de nuevo con el gol cuando ni siquiera se habían cumplido diez minutos de juego. Lo hizo valiéndose de un golpeo potente y con efecto desde fuera del área que se coló por la escuadra. Un tanto con sello personal y especial por lo que significaba, alcanzar los cien ante su público en Liga.

Sin embargo el luso, que ha marcado en los últimos nueve duelos del campeonato que ha disputado en el Bernabéu, tenía ganas de más. Activo en todo momento, se valió de esa inyección de confianza para seguir llevando el peso ofensivo de los suyos.

En el arranque de la segunda mitad repitió el movimiento que le había llevado al éxito anteriormente y definió otra vez desde fuera, con la misma precisión pero valiéndose de un tiro más seco. La diana levantó al público de los asientos y les animó a corear su nombre.

El brillo en el plano individual no supuso, en cambio, una merma en la aportación colectiva. Sincronizado con Sergio Ramos, le asistió desde el costado diestro mediada la primera parte rematando el central por encima del larguero. Idéntico destino tendría una jugada ensayada ejecutada con posterioridad. Incluso pudieron encontrarse en una falta del siete blanco que estuvo cerca de tocar con la cabeza el defensa.

Con los deberes hechos, Ancelotti decidió darle descanso sustituyéndole por el brasileño Casemiro en el minuto 61. Se repitió entonces la gran ovación que los asistentes le habían brindado con anterioridad. La afición madridista en pie rendida a su líder.

Su gran partido llega después de que el actual "Balón de Oro" se marchara contrariado tras retornar a los terrenos de juego en la ida de las semifinales de la Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich en el Santiago Bernabéu.

Cristiano, que no anotó en ese partido después de haberlo hecho en todos los que había disputado en la presente edición, mostró su malestar posteriormente asegurando que había algún doctor que no quería que saltara al césped ante los bávaros.

Recuperadas las buenas sensaciones, el objetivo es que estas se prolonguen de cara al próximo martes. Ese día el Real Madrid deberá afrontar la vuelta en Alemania ante el Bayern, con un resultado favorable de 1-0 y la final de Lisboa en el horizonte.

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