Así es Libia, sometida al dictador más longevo de África

  • El presidente libio, Muamar Al Gadafi se hizo con el poder en 1969. Desde entonces, el país no ha hecho más que endurecer sus políticas sociales, lo que ha provocado una falta general de servicios básicos y uno de los peores escenarios del mundo para el desarrollo de una comunicacion libre. Aquí tienes las claves para saber cómo se vive en Libia.
El presidentedel país , Muammar Al Gadafi ya ha visto cómo sus ciudadanos dan los primeros pasos.
El presidentedel país , Muammar Al Gadafi ya ha visto cómo sus ciudadanos dan los primeros pasos.
Getty
GlobalPost

El Líder.

En 1969, un joven oficial del ejército libio llamado Muamar Al Gadafi y su pequeña banda de seguidores se hicieron con el poder de la nación, derrocando al rey Idris, tras un golpe de Estado. Desde entonces el coronel Gadafi ha gobernado esta región del norte de África, cuya población supera los millones de habitantes. Gadafi es uno de los líderes en activo que más años lleva en el cargo del mundo.

Los diplomáticos de EEUU, de acuerdo con los cables "secretos" de la embajada publicados recientemente por WikiLeaks, describen a Gadafi como un líder "inestable", un hombre que prefiere llevar ropa deportiva en compañía de otros dirigentes, y mantener el trabajo de las tiendas de estilo beduino para permanecer más cerca de sus raíces.

Dejando a un lado su excentricidad, los grupos de derechos humanos dibujan a un Gadafi paranoico, un líder singular con poca paciencia ante las discrepancias internas. A menudo, los miembros de la oposición son encarcelados, silenciados para evitar que hablen públicamente en contra de Gadafi.

Las quejas.

Los medios de comunicación libios están sometidos a un férreo control por parte del régimen. Los periodistas extranjeros trabajan bajo la observación de los gorilas del gobierno, incluso en viajes de lujo organizados cuidadosamente para la prensa. Sin embargo, diversos informes que salieron a la luz el mes pasado revelan que las protestas en la ciudad oriental de Bani Walid estallaron en las viviendas subvencionadas por el gobierno.

Bani Walid, ubicada justo al este de la capital, Trípoli, fue descrito por un grupo de la oposición libia, en el periódico on-line fundado por Al-Ahram en Egipto, como una ciudad "sin servicios básicos" y donde "cientos de personas están sin casas y la autoridad local es corrupta, prestando únicamente servicios si hay sobornos".  

El momento.

Con un control tan férreo de los medios de comunicación, no está claro si los ciudadanos libios se pueden inspirar, como sucedió en el caso de sus vecinos egipcios, en los recientes disturbios en Túnez. Lo que sí es cierto es que la salida del presidente de Túnez, Zine al-Abidine Ben Ali tras 23 años en el poder ha hecho temblar a Gadafi.

"Estoy consternado por lo que está sucediendo en Túñez", dijo Gadafi a los medios de comunicación libios, según un informe de la agencia de noticias Reuters del pasado 16 de enero.

Reuters también informa que el gobierno de Gadafi ordenó a principios de enero que se suspendieran los derechos de importación de alimentos, otra señal que demuestra que el mandatario libio es consciente de cuáles fueron los factores que desencadenaron la revuelta de Túnez.

Las protestas.

Las manifestaciones, descritas en algunos casos como "desórdenes", se produjeron en Bani Wali durante al menos tres días consecutivos a mitad de enero, de acuerdo con Al-Ahram. Cientos de manifestantes entraron en las casas en construcción. Los edificios fueron saqueados y el equipamiento destrozado. Un vídeo en YouTube muestra a docenas de manifestantes quemando neumáticos en las carreteras.

Los cuerpos policiales, según Al-Ahram, no respondieron a los conflictos. Aunque a pequeña escala en comparación con cualquier otro lugar de la región, en Libia hasta ahora rara vez se ve cualquier atisbo de oposición pública y si la hay es duramente disuadida por las autoridades.

El 15 de febrero, se levantó otra protesta en Benghazi, la segunda ciudad más grande del país. Un periódico local informó que al menos varios cientos de personas armadas con tanques de gasolina y piedras se concentraron en las puertas de una oficina del gobierno para exigir la liberación de un trabajador de derechos humanos. Después la multitud se encaminó a la plaza central, donde hubo un enfrentamiento con la policía.

Consecuencias.

Bajo la estela del levantamiento en Túnez, que terminó con la deposición de un líder autocrático después de años de control acorazado, los libios –como los egipcios y argelinos- han empezado a ser conscientes de sus posibilidades. Después de cuatro décadas de poder, el régimen de Gadafi empieza a mostrar síntomas de debilidad para despojarse de su condición de paria en el escenario internacional

Aún hoy el país ocupa el lugar 160 de 178 en el ranking sobre la Libertad de Prensa elaborado por Reporteros sin Fronteras en 2010. Gadafi podría estar viendo que Túnez y el ejemplo de Ben Ali, un ex amigo, le deben llevar a preguntarse cuánto tiempo más van a esperar sus ciudadanos para ser escuchados.

Mostrar comentarios