La Estrategia de Seguridad Nacional para estos dos territorios españoles fue anunciada el año pasado en el Congreso por el exjefe de gabinete de Pedro Sánchez, Iván Redondo, en plena crisis diplomática con Rabat.
El rey de Marruecos y el presidente del Ejecutivo han acordado "poner en marcha acciones en el marco de una hoja de ruta que abarque los ámbitos de la asociación, y que integre las cuestiones de interés común".
Marruecos no había aceptado hasta ahora un puesto aduanero en Ceuta aunque sí lo había permitido en Melilla hasta que se cerró en 2018.
La declaración conjunta no alude a la integridad territorial de ambas ciudades y es Sánchez el que señala que la española "está fuera de toda duda" y que se gestionará el fenómeno fronterizo sin actos unilaterales.
El presidente del Gobierno, que viaja con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, ha sido recibido por el primer ministro marroquí, Aziz Ajanuch, al pie del avión a su llegada al aeropuerto.
El día en que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viaja a Rabat, el pleno ha aprobado la iniciativa de UP, ERC y EH Bildu con 168 votos a favor, 118 en contra y 61 abstenciones, las de Vox y Ciudadanos.
Marruecos necesita la ayuda española para abastecerse de gas y garantizar su suministro eléctrico y está inmersa en un amplio plan de desarrollo eólico y solar para el que el 'know how' externo puede ser básico.
Ambos países pretenden minimizar el impacto de las penalizaciones contra Moscú sobre sus intercambios comerciales recurriendo al trueque y utilizando divisas que no sean el dólar y el euro.
La visita del ministro estaba prevista para mañana, después del giro del Gobierno en política exterior sobre el Sáhara Occidental. El presidente ya ha mantenido una conversación telefónica con Mohamed VI.
El ministro de Exteriores marroquí, Nasser Burita, señaló que espera que la posición del Gobierno español "no quede aislada" y añadió que para el resto ha llegado el momento de "salir de su zona de confort".
El aumento de capacidad del gaseoducto que une Argelia con Almería está a punto de caramelo, pero aún falta por concluir la fase de pruebas, un proceso que podría verse afectado por el viraje del Gobierno.
El ministro cifra en 80.000 las personas llegadas desde Ucrania, aunque cree que pueden ser más y admite un freno en el empleo a raíz de la guerra, aunque matiza que todavía es pronto para arrojar conclusiones.
Presentará junto al PNC una moción para exigir cuentas por una publicación que deja entrever la opción de que Marruecos pueda pedir el territorio si España no apoya el plan para el Sáhara y que no fue desmentida.
En su comparecencia, el ministro ha escuchado acusaciones de "opacidad", unilateralismo, "mentiras", ruptura de resoluciones de la ONU, "traición" a los saharauis y temeridad por abrir una brecha con Argelia.
El documento presenta una postura histórica del Gobierno sobre la situación de la región y ha desatado una nueva crisis entre los miembros de la coalición, a la que también se suma la oposición.
La UE avala el interés de la Casa Blanca por acercar posturas con los países del Sahel para evitar que Rusia aumente su influencia en la zona en plena ofensiva por reducir a dependencia europea del gas de Putin.
La secretaria de Exteriores de la Unión Europea ha recordado que "la solución debe ser política, justa, realista, pragmática, sostenible en el tiempo y mutuamente aceptada", ha insistido la portavoz comunitaria.
El órgano ha pedido a la Cámara Baja de España "preservar el honor y la dignidad de los parlamentos, así como la credibilidad" y le emplaza a revisar esta "lamentable e insólita" posición.
Desde el gobierno argelino aseguran que se trata de la segunda deslealtad, tras el acuerdo de 1975, que cedía la colonia del Sáhara Español a Marruecos y Mauritania, sin tener en cuenta la voluntad del pueblo.
El portavoz de UP en el Congreso carga contra el cambio de posición de Sánchez sobre la situación en el Sáhara Occidental y asegura que Mohamed VI ocupa militarmente la zona igual que Putin en su país vecino.
Los populares aseguran que se han enterado por los medios del "el cambio posición del Gobierno en una cuestión tan fundamental" y tachan de "intolerable" esta nueva postura sobre la autonomía de la región.
El responsable del área de Internacional de IU, Jon Sebastián Rodríguez Forrest, ha rechazado el giro del Ejecutivo y subraya que es "perpetuar una ocupación que viola sistemáticamente los derechos humanos".
Perpinyá afea la posición de Sánchez sobre el Sáhara Occidental y considera que el plan de autonomía para solucionar el conflicto en esta zona representa una "ocupación ilegal".
Rabat siempre ha descartado la independencia y solo contempla que el territorio siga dentro de su órbita. Dispondría de sus propios órganos legislativo, ejecutivo y judicial, aunque ajustados a criterios nacionales.
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