Redacción deportes, 26 ago.- Dieciséis años después Corea del Sur vuelve a una Copa del Mundo, cuando en 1998 en Grecia quedó decimosexto y último al no ganar ni uno de los cinco partidos que disputó.
Pese a la ausencia del base Kim Mingoo, elegido en el mejor quinteto del pasado campeonato asiático en Filipinas que se está recuperando de las lesiones producidas por un accidente de coche y no podrá jugar, el equipo coreano confía en que el pívot Lee Seung Jun asuma mayor protagonismo.
El que regresa al equipo en el lugar de jugador nacionalizado Lee es Moon Taejong (también conocido como Jarod Stevenson), un escolta tirador de 38 años que también puede jugar como alero.
La pérdida de Lee da mayor importancia al jugador de 23 años Kim Jongkyu, un pívot de 2,07 metros que juega en la liga coreana de baloncesto con los LG Sakers.
El seleccionador Yoo Jae Hak dijo que Kim Sunghyung había trabajado en su juego para ser más resolutivo en ataque después de haber estado en la universidad.
En el perímetro, Kim Sunghyung tiene la oportunidad de incrementar su presencia gracias a la ausencia de Kim Mingoo.
La experiencia será una de las bazas de los coreanos ya que además de Moon (39 años) otros jugadores superan la treintena como Yang Donggeun (33), Kim Joo-Sung (35) y Cho Sungmin (31), aunque su entrenador ha comentado que: "están como si tuvieran 20 años".
La Copa del Mundo representa una enorme oportunidad para Corea que aspira a lograr una victoria señalando a Angola y México como sus mejores opciones.
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