El parón en la subida de tipos de interés por parte de los bancos centrales marca la colocación de letras de este jueves y reduce el interés pagado por los bonos a diez años en 0,458 puntos menos.
La demanda de los inversores ha superado de nuevo ampliamente el importe colocado en los mercados y en la subasta las peticiones han sobrepasado los 4.957 millones, más del doble de la cantidad adjudicada.
El Tesoro Público español celebrará esta semana dos nuevas subastas de deuda en un momento en el que la rentabilidad de los bonos vuelva a escalar después de que Jerome Powell afirmara que podría subir más los tipos.
El interés de los particulares por invertir en el Tesoro Público a corto plazo se mantiene un año después ante la inacción de los bancos en la retribución de los depósitos y pese a que la rentabilidad ha caído en esta subasta.
El organismo público ha pagado por el papel del Estado a seis meses un 3,747%, la rentabilidad más baja desde septiembre de este año, mientras que a un año, el tipo marginal ha vuelto a niveles de junio de este año.
En concreto, para las Letras a seis meses el organismo público ofreció una rentabilidad marginal del 3,830%, por encima del 3,679% de la emisión previa y alcanzando su nivel más elevado desde julio de 2012.
Este martes se producirá la primera puja tras un mes y la primera después de que los bancos centrales hayan decidido mantener los tipos de interés sin cambios.
El organismo optó por no subir los tipos ante una inflación que remite, aunque advirtió de que los precios de la energía pueden repuntar más debido al aumento de las tensiones geopolíticas en Oriente Medio.
El banco central enviará un mensaje agresivo a los mercados para anclar las expectativas de inflación pero no se prevé que mueva tipos para anunciar que detendrá las compras de deuda pública antes de finales de 2024.
Los inversores siguen mostrando interés por los títulos de deuda españoles, ya que la demanda conjunta de todas las referencias (10.590,83 millones de euros) ha llegado a duplicar lo finalmente adjudicado en los mercados.
En la última subasta de octubre, el Tesoro pondrá a la venta tres denominaciones distintas de deuda: obligaciones a siete y diez años, y obligaciones con una vida residual de dos años.
Unas subastas que se llevarán a cabo en un momento en el que la rentabilidad de la deuda pública cotiza a la baja, ya que durante la semana ha actuado como activo refugio ante el aumento de la tensión en Oriente Medio.
La primera puja por deuda pública de este mes de octubre se ha cerrado con rentabilidades más altas que las anteriores tanto para letras a seis meses, que se han pagado al 3,83%, y a un año, con un interés del 3,876%
Los hogares siguen invirtiendo en deuda del Estado a corto plazo pese a la mejora de la rentabilidad de las cuentas remuneradas y el esfuerzo de los bancos por ofrecer productos alternativos como son fondos monetarios.
La última vez que el Tesoro apeló al mercado fue el pasado día 12 cuando vendió 2.313 millones de euros en una subasta de letras a tres y nueve meses.
La demanda en deuda del Estado a corto plazo sigue gozando de buena salud, especialmente entre los particulares, lo que permite contener la rentabilidad ofrecida pese a que los tipos de interés están ya en el 4,25%.
En septiembre ya ha celebrado dos subastas en las que ha captado casi 11.800 millones en letras y bonos y obligaciones que, en casi todos los casos (salvo en las letras a doce meses), salieron a un interés marginal superior.
El Tesoro Público español ha celebrado este jueves una nueva subasta de deuda.
El Tesoro Público ha logrado mantener la rentabilidad de la deuda del Estado a corto plazo en torno al 3,6% gracias a la elevada demanda de los inversores y pese a que la próxima semana el BCE elevará los tipos hasta el 4,50%.
El Tesoro Público español vuelve al mercado con el 73% de sus necesidades de financiación a medio y largo plazo prevista para 2023 ya cubiertas, con un coste medio de la deuda en torno al 2%.
El aumento de la inversión minorista en letras del Tesoro ha sido espectacular desde el verano pasado, cuando el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir los tipos de interés en la eurozona para atajar la elevada inflación.
La Memoria Anual constata que el crédito público se redujo hasta el 113,2% del PIB en 2022. Con este panorama, el departamento liderado por Calviño defiende la estrategia de financiación "prudente, flexible y equilibrada".
Los analistas ponen el foco en las continuas subidas del precio de las materias primas, cotizando el petróleo y el gas natural y creen que el BCE actuará frente a esta inflación y subirá los tipos una vez más antes de final de año.
En cuanto a las Letras a tres meses, ese departamento ha repartido 523,04 millones de euros con un rendimiento del 3,535%, con un mínima variación al alza de cuatro milésimas de punto respecto a la puja del mes anterior.
Los inversores particulares están mostrando gran interés por la compra de deuda, principalmente a corto plazo, dada su alta rentabilidad, que ha ido creciendo desde inicios de 2022, especialmente en el caso de las Letras.
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