Manuel Guisande dedica 25 poemas a las líneas de carretera

  • Elizabeth López.

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Elizabeth López.

A Coruña, 26 abr.- El escritor Manuel Guisande cree que las líneas de las carreteras tienen "algo hipnótico", algo especial porque te guían hacia "un destino", y por ello ha dedicado 25 poemas a cada una de sus formas, rectas, discontinuas o curvas, ilustradas por fotografías en su nuevo libro "En tu línea".

Guisande (Santiago de Compostela, 1958) presentará la obra, de ediciones Cumio, en la Casa del Libro en Madrid el próximo lunes, y no será hasta junio cuando la exponga en A Coruña, en el Obelisco, junto al piloto Luis Moya "a ras de suelo".

Las líneas de las carreteras tienen "vida propia" para el escritor, viajero desde niño a caballo de una mudanza a cada paso, y quizá por eso las ve como "amigas que siempre han estado a tu lado, que forman parte de tu vida desde que eres pequeño y tu padre te lleva a los sitios".

También por la misma razón les ha dedicado este libro, ilustrado por el fotógrafo Antonio Amboade, en tono "humorístico y desenfadado" y que aspira a mostrar una realidad distinta de estas líneas.

Así, la que está en un cambio de rasante y que parece acabar en el vacío es "La suicida", la que es iluminada de noche por los faros de los coches y los reflectantes laterales de las vallas protectoras es "La Vip", la que desaparece cuando repentinamente hay obras es "Houdini", y la que discurre por parajes recónditos es "Miedosa".

La línea de una carretera es "un destino, un ir a un sitio sin saber a dónde llegas, es el destino de la vida, que está marcada por líneas", esas que hoy en día "nos llevan al peaje", añade con su característico sentido del humor este periodista en el periódico La Voz de Galicia los últimos 25 años.

A Guisande le gusta la línea "Morse" porque es necesario que las cosas no se vean "tal cual". "En Galicia hay mucha imaginación porque los gallegos no vemos nítidamente las cosas por la niebla, que difumina las imágenes, y las interpretamos", apunta.

Quizá por eso la línea de carretera que define a Galicia es la curva, "curva por todos lados", porque "el gallego nunca va recto, es un ajedrecista, dice una cosa y está pensando en dieciocho".

Guisande confiesa su inquietud por hacer "cosas distintas", que pueden gustar o no, pero que no estén hechas, porque para él lo importante es "dar pinceladas de color a esta vida".

"Si haces una cosa distinta puede tener o no trascendencia, pero te quedas a gusto contigo mismo", sostiene el autor de "Al fondo a la derecha", que presentó a finales de 2013 en A Coruña.

Y es que este escritor publica cada seis meses. "Yo no necesito pensar para tener ideas", dice el periodista compostelano, Premio de Comunicación Xunta de Galicia 2000, Premio de Teatro Ciudad de La Coruña, Codorniz de Plata de Humor y Premio de la Asociación de Editores Gallegos.

A finales de año prevé publicar "50 poemas de humor para no pasar dolor" y para la próxima primavera habrá terminado "Tonterías escritas en momentos de estupidez", con más de trescientas frases como esta: "No es cierto que un tartamudo a la vez que estudia esté repasando".

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