Bautista, Tejela y Escribano, a hombros en la corrida benéfica de Tomelloso

  • Los diestros Juan Bautista, Matías Tejela y Manuel Escribano salieron hoy a hombros en el festejo a beneficio de Cáritas de Tomelloso (Ciudad Real) (sur) al repartirse ocho orejas.

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Tomelloso (Ciudad Real, España), 26 abr.- Los diestros Juan Bautista, Matías Tejela y Manuel Escribano salieron hoy a hombros en el festejo a beneficio de Cáritas de Tomelloso (Ciudad Real) (sur) al repartirse ocho orejas.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Buenavista, con cuajo, aunque desiguales en cuanto a encornaduras. Uno de ellos, el cuarto, astigordo y sospechosamente escobillado del pitón izquierdo. Encastado el primero, faltos de fuelle y clase el resto, a excepción del buen quinto.

Juan Bautista, Dos orejas y oreja.

Matías Tejela, que sustituía a Jiménez Fortes, Silencio y dos orejas.

Manuel Escribano, Dos orejas y oreja.

La plaza tuvo dos tercios de entrada en una corrida a beneficio de Cáritas.

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LO MEJOR, TEJELA

Por segundo año el Club Taurino de Tomelloso organizaba una corrida a beneficio de Cáritas de la localidad y, si bien este año la entrada de público fue algo inferior en número a la del año pasado, la plaza registró dos buenos tercios a precios realmente populares.

En lo estrictamente taurino cabe decir que lo mejor de la tarde llegó de la mano y de las muñecas de Matías Tejela en el quinto. El toro, con clase, hizo el avión por el pitón izquierdo, y fue por ahí por donde el madrileño, cuando dio sitio al toro, cuajó naturales al ralentí, de magnífico trazo, logrando lo mejor del festejo.

En su primero había quedado prácticamente inédito ante el toro más deslucido.

Juan Bautista quiso agradar al festivo público ofreciendo más cantidad que calidad, mezclando pasajes de toreo clásico -los menos- con otros de ejecución más efectista.

En el encastado primero sobresalió su toreo de capote, tanto en el recibo como en un quite por chicuelinas. El toro agradeció con temple las contadas ocasiones en las que el francés manejó la tela roja con sutileza.

Su segunda faena contó con parecidos parámetros a los antes citados.

Manuel Escribano poco pudo sacar de su brusco primero, al que mató de una buena estocada.

En el que cerró festejo acertó a confiarse en algún derechazo aislado de las dos primeras series, antes de que el toro se rajara y desluciera los muletazos saliendo distraído de los embroques.

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