Consumo retira del mercado 25 punteros láser tras detectar lesiones en los ojos de dos niños

Consumo retira del mercado 25 punteros láser tras detectar lesiones en los ojos de dos niños
Consumo retira del mercado 25 punteros láser tras detectar lesiones en los ojos de dos niños
EUROPA PRESS
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El aviso inicial partió del servicio de Oftalmología del Hospital Miguel Servet de Zaragoza, tras asistir a dos niños que padecían lesiones retinianas. Los menores, de 10 y 11 años, fueron atendidos en el Infantil, donde se les diagnosticó maculopatía bilateral en uno de los casos y una alteración pigmentaria foveal que afectaba al ojo derecho, con una agudeza visual de 4/10 (pérdida del 60 por ciento de visión), en el caso del otro niño accidentado.

El Servet alertó a la Dirección General de Salud Pública, que, a su vez, informó a Consumo. Tras el aviso, los inspectores de Consumo comenzaron a investigar la procedencia de los punteros láser, gracias a la colaboración de las familias de los niños, que les proporcionaron los instrumentos.

Los inspectores se dirigieron, en primer lugar a los distribuidores y al comercio que, supuestamente, vendió uno de ellos. En estas intervenciones no se localizó ninguno, si bien se advirtió a los establecimientos de la prohibición de la venta de los mismos.

En una segunda fase, la inspección se hizo extensiva a otros establecimientos, principalmente bazares. Como resultado de estas últimas actuaciones se localizaron 25 unidades que fueron intervenidas. Consumo ha destruido 16 de ellas por carecer de documentación que avale su procedencia y ha inmovilizado las otras 9 mientras se resuelve el procedimiento.

El director general de Protección de Consumidores y Usuarios, Pablo Martínez, ha explicado que estos artículos se dividen en categorías (1, 1M, 1C, 2, 2M, 3R, 3B y 4), siendo la 1 la más segura y la 4 la más peligrosa.

La clase 1 se corresponde con los productos que son seguros incluso con el uso de instrumentos ópticos, mientras que en la clase 2 ya existe cierto riesgo si se hace uso con algún instrumento óptico. A partir de la categoría 3, existe riesgo de lesión ocular por la simple visión directa del haz, no solo para los usuarios, sino también para otras personas.

Por ello, ha asegurado Pablo Martínez, su comercialización solo está permitida si está concebido para uso profesional, hecho que debe indicarse claramente en el etiquetado.

Asimismo ha apuntado que "el uso de estos artículos para menores está totalmente desaconsejado". "Aunque la clase 1 no presente riesgos, a partir de esa categoría sí podrían existir, ya sea por utilización de gafas o lentes o por una simple visión directa", ha advertido Martínez.

RECOMENDACIONES

Ante estas circunstancias, desde Consumo se recomienda que si un adulto utiliza un láser en su actividad profesional es conveniente que lo mantenga alejado de los niños porque es un instrumento muy atractivo para ellos pero puede resultarles dañino, dado que pueden causar lesiones graves en la retina.

Asimismo, aconsejan que si se necesita un láser por motivos profesionales, hay que adquirir solo aquellos que lleven etiquetado en castellano y que presenten las advertencias obligatorias. No resulta recomendable, insisten desde Consumo, comprar estos productos a través de páginas web que no ofrezcan garantías y que en algunas ocasiones estos productos llevan una clasificación que no se corresponde con la real.

No es conveniente la compra de estos instrumentos en puestos ambulantes o en comercios donde estos artículos no vayan debidamente embalados, con el etiquetaje preceptivo y las instrucciones en castellano.

Pablo Martínez ha agregado que no se compren estos productos para regalar a menores ya que no se tratan de juguetes y ha comentado que "una presentación atractiva en un estuche no garantiza su seguridad".

Ante la duda, ha afirmado el director general, "hay que extremar las precauciones cuando se use un puntero láser, evitando la visión directa o con instrumentos ópticos". Nunca, ha insistido, han de proyectarse sobre otra persona porque puede causarle lesiones muy graves y accidentes.

En 2015 se alertaron un total de 18 modelos de punteros, llaveros y bolígrafos con dispositivo láser a nivel nacional. En unos casos se trataba de productos incorrectamente etiquetados por falta de advertencias o información en otro idioma y en otros se trataban de productos de la clase 3.

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