Los elefantes africanos son los mamíferos que menos horas duermen al día

  • Científicos de Sudáfrica, Botswana y Estados Unidos han publicado un estudio en el que hablan de las actividades de estos elefantes. 

    Algunos animales como las ballenas, los delfines, las focas y ciertas aves duermen, por ejemplo, con solo la mitad de su cerebro. 

Los elefantes africanos son los mamíferos que menos horas duermen al día
Los elefantes africanos son los mamíferos que menos horas duermen al día
L.I.

Los elefantes africanos en estado salvaje duermen un promedio de dos horas al día de pie o acostados y regularmente pasan casi dos días sin dormir, lo que supone la menor cantidad de sueño de cualquier mamífero estudiado hasta el momento.

Así se desprende de un estudio internacional realizado por científicos de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica), junto con colegas de la ONG Elefantes Sin Fronteras (Botswana) y de la Universidad de California en Los Ángeles (Estados Unidos).

Por qué dormimos es uno de los misterios duraderos y sin respuesta de la ciencia moderna. Junto con actividades como comer, protegerse y reproducirse, el sueño es uno de los principales imperativos biológicos de la existencia.

Aunque estar dormido impide estas otras actividades, todos los animales duermen. Algunos, como las ballenas, los delfines, las focas y ciertas aves, lo hacen de una manera muy inusual, durmiendo con sólo la mitad de su cerebro, mientras que algunos dedican mucho tiempo y otros menos.

La falta de sueño puede provocar daño cerebral, incluso en un plazo relativamente corto, y a largo plazo a la muerte. "Aunque hay muchas hipótesis con respecto a la función del sueño, su propósito último aún no se ha descubierto", dice Paul Manger, de la Escuela de Ciencias Anatómicas de la Universidad Witwatersrand.

En un estudio publicado en la revista ‘PLOS ONE’, los investigadores equiparon a dos hembras matriarca de elefante en estado salvaje del Parque Nacional de Chobe (Botswuana) con un dispositivo ‘actiwatch’ en el tronco similar a la pulsera ‘fitbit’ que mide la actividad física, con el fin de estudiar con precisión los patrones de sueño durante 35 días. Además, colocaron un collar GPS con giroscopio alrededor del cuello para rastrear la posición al dormir.Caminar 30 kilómetros 

El principal hallazgo del estudio fue que las hembras matriarca dormían de media sólo dos horas al día y que este sueño se produjo sobre todo en las primeras horas de la mañana, mucho antes del amanecer. "Los datos también indican que las condiciones ambientales (temperatura y humedad, pero no la luz solar) están relacionadas con cuando las elefantas se quedaron dormidas y cuando se despertaron (lo que sucede mucho antes del amanecer)", dice Manger.

Este investigador indica que es la primera vez que se descubre que el sueño en animales salvajes es probable que no esté relacionado con el amanecer y la puesta del sol, puesto que otros factores ambientales son más cruciales para el momento del sueño.

El equipo también encontró que los elefantes salvajes podían dormir de pie o acostados. Esto último sólo ocurría cada tes o cuatro días y durante una hora, y es probable que sólo cuando estaban acostados soñaban en la fase REM (rápido movimiento de ojos), lo que significa que los elefantes posiblemente no sueñen a diario como las personas, sino cada pocos días.

Por último, encontraron que los dos paquidermos, al ser perturbados por elementos como depredadores o cazadores furtivos, podían quedarse sin dormir hasta 48 horas y, después de esa perturbación, caminar hasta 30 kilómetros.

"Estudios sobre el sueño en elefantes cautivos habían demostrado que duermen de cuatro a seis horas al día. Sin embargo, el estudio actual demuestra que, en su hábitat natural, los elefantes salvajes de libre alcance duermen sólo dos horas al día, la menor cantidad de sueño de cualquier mamífero estudiado hasta la fecha, pero esto parece estar relacionado con su gran tamaño corporal. Además, parece que los elefantes sólo entran en REM duermen cada tres o cuatro días, lo que hace que el sueño del elefante sea único", concluye Manger.

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