EL ESPECTÓGRAFO EN 3D MEGARA, LISTO PARA DETECTAR LA TELARAÑA INTERGALÁCTICA

- Esta noche toma su primera luz. El primer espectrógrafo en tres dimensiones del Gran Telescopio Megara vivirá su 'primera luz' esta noche tras meses de pruebas y puesta a punto. Entre sus retos más ambiciosos figuran la búsqueda de otros sistemas Tierra-Sol en la Vía Láctea o la detección de los filamentos de tela de araña que unen las galaxias entre sí.

Según explicó a Servimedia el investigador principal del proyecto y profesor de Astrofísica de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Armando Gil de Paz "la primera luz" de cualquier instrumento de telescopía es muy importante para todo el equipo que ha trabajado en él. "Es motivo de celebración y por eso hoy se ha hecho una inauguración oficial".
"Esta misma noche empezaremos a tomar imágenes", que, en general se centrarán en objetos celestes emblemáticos para para las instituciones implicadas en el proyecto, como una galaxia descubierta por la Universidad Complutense u otra que lleva el nombre del científico mexicano fallecido Guillermo Haro.
Los ajustes y retoques se prolongarán hasta finales de agosto, continuó, y a partir de entonces, Megara podrá realizar las misiones para las que fue diseñado y todas aquellas que la comunidad científica participante en el Gran Telescopio Canarias tenga a bien proponer.
PROPÓSITOS
Entre los objetivos del proyecto, Paz destacó la búsqueda de sistemas "planeta-estrella" similares al que forman la Tierra y el Sol, para en una fase más avanzada intentar el rastreo de formas de vida parecidas a la nuestra".
"De momento, las observaciones en este sentido se realizarán dentro de la Vía Láctea, pues las estrellas similares a nuestro Sol son muy débiles como para buscarlas más lejos".
Además, Megara pretende tomar imágenes de "la tela de araña" que, según la física teórica, une las distintas galaxias entre sí.
"Estas no flotan independientes como islas", apuntó Paz, sino que están unidas por unos filamentos brillantes, que aún no hemos sido capaces de detectar".
El instrumento también servirá para determinar con gran exactitud la composición química de los distintos cuerpos celestes y, por tanto, su evolución; así como para realizar un mapa más exacto de la posición que diversas galaxias y estrellas ocupan en el universo.
El proyecto está cofinanciado por la empresa pública Grantecan a través de fondos Feder y por la Universidad Complutense de Madrid; el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica de México; el Instituto de Astrofísica de Andalucía, y la Universidad Politécnica de Madrid, que han contribuido con más del 60% del presupuesto (por lo que recibirán más tiempo de observación una vez se ofrezca el instrumento a la comunidad astronómica usuaria del GTC).
En su primera observación, los promotores de Megara también quieren hacer unas 40 pruebas con las prestaciones que ofrece este instrumento que tiene dos modos de funcionamiento. El primero consta de 623 fibras ópticas que permiten observar una parte del cielo con resolución continua, mientras que el segundo comprende 92 robots con siete fibras ópticas cada uno.

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