DOS AVES ESTEPARIAS SOBREVIVIRÁN EN EL SUR DE EUROPA PESE AL CAMBIO CLIMÁTICO

El cambio climático puede tener un importante efecto sobre las especies, pero un grupo de investigadores han realizado un estudio con modelos matemáticos de variables geográficas y ambientales para demostrar que el sisón y la avutarda, dos especies de aves esteparias vulnerables en medios agrícolas, sobrevivirán en el sur de Europa al menos un siglo más pese a los cambios en el clima.
El estudio fue llevado a cabo por investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y ha sido publicado en la revista ‘PLOS ONE’.
Los científicos utilizaron modelos matemáticos para observar el efecto del cambio climático en la distribución del sisón y la avutarda y el resultado muestra que es dudoso que la mayor parte de la distribución actual de estas especies en el sur de Europa desaparezca en menos de 100 años debido sólo a los cambios climáticos, según informó este jueves el CSIC.
“Las especies afrontan el cambio climático, entre otras formas, modificando sus distribuciones conforme las condiciones van cambiando, de forma que las especies puedan ‘seguir los pasos’ del cambio climático”, señaló Alba Estrada, participante en el estudio e investigadora del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos, de Ciudad Real.
Beatriz Arroyo, investigadora del CSIC en el Instituto de Investitacion en Recursos Cinegéticos, indicó que para poder conocer cuáles son las áreas favorables para las especies, tanto en la actualidad como en el futuro, los investigadores elaboran modelos matemáticos que tienen en cuenta las distribuciones de las especies y los pronósticos de cambio de clima a lo largo del siglo XXI.
“En esos modelos, además de variables climáticas, como temperatura o precipitación, pueden incorporarse otro tipo de variables que también pueden afectar a las distribuciones de las especies, como la topografía, tipo de hábitat, la influencia humana y la geografía”, añadió.
Estrada destacó la importancia de las variables geográficas: “Considerar la estructura geográfica es importante porque puede ser indicadora de otros fenómenos naturales que no se pueden incorporar fácilmente en los modelos de distribución, como la dinámica de población de la especie, la capacidad de dispersión o los acontecimientos históricos que han dado lugar a la distribución de la especie”.
En el estudio se elaboraron dos tipos de modelos de distribución en Europa: uno con sólo variables ambientales (clima, topografía y uso del suelo) y otro que incluye variables ambientales y variables geográficas.
Los investigadores comprobaron que la inclusión de variables geográficas mejora los modelos de distribución y produce áreas favorables más realistas. Los mejores modelos prevén que la distribución actual de estas especies de aves esteparias puede limitar su distribución futura debido probablemente a limitaciones de dispersión y a fidelidad a los sitios de cría.
“Es decir, que es poco probable que la distribución futura de las especies sea completamente diferente a su distribución actual incluso aunque haya variaciones en el clima, de manera que es de esperar que las distribuciones de las especies cambien gradualmente”, recalcó Estrada, antes de concluir que “las poblaciones que viven en áreas que son favorables hoy en día y sus hábitats deben ser una prioridad en las políticas de gestión y conservación de estas especies”.

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