ALGUNAS AVES MARINAS ‘SURFEAN’ ENTRE CORRIENTES DE AIRE PARA VOLAR DURANTE MESES SIN POSARSE

Las fragatas o rabihorcados son aves marinas capaces de volar durante varios meses sin posarse y ‘surfeando’ entre las corrientes de aire para cubrir la mayor distancia posible sin esfuerzo, como los windsurfistas estudian el viento para aprovechar las mejores corrientes.
Así se desprende de un estudio realizado por un equipo internacional liderado por Henri Weimerskirch, del Centro de Estudios Biológicos de Chizé (CEBC-CNRS), de Francia, que ha analizado las largas travesías de esta especie de ave con emisores de GPS para averiguar cómo logran superar esas distancias durante sus migraciones.
El estudio, publicado en la revista ‘Science’, indica que las fragatas pueden cubrir unos 410 kilómetros de media cada día. En su periplo, necesitan ahorrar toda la energía posible, ya que, de lo contrario, no podrían enfrentarse a tan largos viajes.
Para ello, sacan provecho de su detallado conocimiento de las condiciones atmosféricas, puesto que se mantienen en altitudes entre 30 y 2.000 metros, donde no necesitan batir demasiado las alas.
Durante el vuelo trazan movimientos circulares para ‘surfear’ las corrientes ascendentes que se originan bajo los cúmulos. Cada una de ellas es una oportunidad para ascender hasta 1.600 metros simplemente planeando. En la subida logran alcanzar velocidades de vértigo, de hasta cuatro o cinco metros por segundo.
Estas aves alcanzan esas alturas con el fin de iniciar el descenso simplemente dejándose llevar y lo hacen de manera gradual, lo que les ayuda a cubrir largas distancias y, sobre todo, les facilita la búsqueda de alimento en el agua, una labor que demanda mucha energía y que ya es de por sí difícil para la fragata, que no posee plumas adaptadas al agua y evita al máximo su contacto con el mar.
La investigación apunta a que esta especie lleva el saber ‘windsurfero’ en los genes, dado que los ejemplares más jóvenes son capaces de cubrir mayores distancias que los adultos por sí solos. Este dato sugeriría, a juicio de los investigadores, un comportamiento codificado genéticamente.
La fragata no es la única en cubrir grandes distancias y aprovechar las ventajas del viento. SEO/BirdLife trabaja desde 2011 en el programa 'Migra', en colaboración con la Fundación Iberdrola España, para conocer con más detalle las migraciones de las aves de España y cómo es posible que realicen viajes de miles de kilómetros cada año.
La pardela cenicienta, un ave marina como la fragata, es capaz de recorrer de norte a sur el océano Atlántico en su migración, volando más de 25.000 kilómetros cada año sin apenas posarse en tierra.
Otro buen ejemplo es el vencejo común, fácilmente visible en España durante la primavera y que apenas se posa en tierra. Esta ave migratoria realiza cada año desplazamientos de más de 9.000 kilómetros entre sus zonas españolas de reproducción y los lugares donde inverna, en Zambia; durante ese periplo apenas toman contacto con tierra, puesto que los vencejos se alimentan y duermen en el aire.

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