EL SURESTE DE ÁFRICA ES MÁS HÚMEDO QUE HACE 1,3 MILLONES DE AÑOS

La sequía en el sur de África oriental ha disminuido en los últimos 1,3 millones de años, según un estudio realizado durante más de 20 años por investigadores de varios países tras analizar sedimentos del lago Malawi, uno de los más grandes del mundo, situado entre Malawi, Mozambique y Tanzania.
El estudio, publicado en la revista ‘Nature’, rebate la idea predominante de que el continente africano ha sido progresivamente más seco con el tiempo y da una vuelta de tuerca a una de las claves de la teoría de la evolución humana, la llamada ‘hipótesis de la sabana’, según la cual las condiciones cada vez más secas de África llevaron a los ancestros de los humanos a bajar de los árboles y a erguirse sobre el campo.
Josef Werne, profesor de geología y ciencias ambientales en la Escuela Kenneth P. Dietrich de Artes y Ciencias de la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos), lideró la investigación junto con colegas de universidades de Estados Unidos, Australia, Chile y Países Bajos, al examinar muestras de sedimentos extraídos del fondo del lago Malawi.
Werne explica que los estudios previos del clima de África se han centrado en la parte norte del continente y originaron la ‘hipótesis de la sabana’ de que el continente estaba más seco.
El lago Malawi no había sido explorado con anterioridad debido a que la profundidad de las aguas (unos 210 metros) era superior a la capacidad de los investigadores para obtener muestras de sedimentos en su parte inferior.
El equipo encabezado por Werne fue capaz de superar esta limitación con una barcaza y modificando una plataforma petrolífera, y obtuvieron una muestra de sedimentos de 380 metros de largo. Ese núcleo fue fechado usando una combinación de radiocarbono, ceniza volcánica e inversiones de polaridad magnética, que se examina para "fósiles moleculares" que indican los cambios de temperatura y precipitaciones.
La temperatura se extrajo estudiando la distribución de los lípidos de la membrana de una sola célula del microbio del núcleo analizado, que se llevó a cabo por espectroscopía de masas, y la aridez y precipitaciones se midieron por el contenido de calcio y la distribución y la composición de isótopos de carbono de ceras de hojas fósiles.
Al tomar nota de los cambios en los registros de temperatura y precipitaciones en especial, el equipo determinó que el continente estaba húmedo con el tiempo en el sur de África oriental. Ese proyecto de investigación se prolongó durante más de 20 años y la obtención de las muestras del núcleo de sedimentos se completó en 2005. Después, Werner analizó los “fósiles moleculares”.

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