Las unidades de estado sólido estén ganando cada vez más popularidad y se están situando como una alternativa seria a los discos duros convencionales… para quien pueda pagarlas. Una de estas unidades, presentada por OCZ Technology ha roto la barrera de los 1.000 gigabytes (1 terabyte) marcando uno de los hitos que estaba esperando el mercado. Actualmente son relativamente comunes y baratos los discos duros convencionales de 1 y 2 TB, tanto en forma de unidades externas como internas, pero esta es la primera unidad que puede insertarse dentro del ordenador y funcionar sin ruido ni movimiento como los discos duros que emplean placas magnéticas que giran.
Esta unidad está construida con un tipo de memoria Flash especial y el fabricante se ha preocupado de mejorar los aspectos de velocidad para que la unidad pueda competir en aplicaciones tales como juegos y vídeo. Este tipo de unidades tiene un "tiempo medio entre fallos" de 1 millón de horas y se ofrecen para montar en huecos de 3,5 pulgadas como cualquier disco duro convencional. Debido a la tecnología que emplean consumen también menos energía que un disco duro mecánico convencional.
Entre otras ventajas, estas unidades SSD son menos propensas a fallos debidos a golpes; son apreciadas en situaciones especiales como las que rodean a fotógrafos y aficionados al vídeo que tienen que viajar con grandes equipos durante mucho tiempo a lugares inhóspitos. En lo único en que todavía no pueden competir con lo discos duros convencionales es en el precio: 4.000 dólares (unos 3.000 euros) es lo que cuesta el modelo Colossus de 1 TB de OCZ Technology, frente a los 150 ó 200 euros que puede costar un disco duro del mismo tamaño de cualquier otro fabricante.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios