Atapuerca inspira la novela gráfica "Luz, la niña chamán"

  • La sima de los huesos de Atapuerca y, en concreto, el cráneo de Benjamina, una niña discapacitada que fue asistida por el grupo hace 530.000 años, han servido a la periodista Elena García de Quevedo para dar vida a Luz, la protagonista de la novela gráfica "Luz, la niña chamán".

Madrid, 29 may.- La sima de los huesos de Atapuerca y, en concreto, el cráneo de Benjamina, una niña discapacitada que fue asistida por el grupo hace 530.000 años, han servido a la periodista Elena García de Quevedo para dar vida a Luz, la protagonista de la novela gráfica "Luz, la niña chamán".

"Luz me escogió a mi, las historias te escogen, y con ella siento que desde que la conozco tenía la necesidad de escribir esta historia. En la sima de lo huesos de Atapuerca están los huesos de Benjamina, una niña muy especial que, de no ser por la ayuda del grupo, no podría haber llegado vivir los 11 o 12 años que vivió", así ha descrito el germen de esta historia a Efe García de Quevedo.

La obra, ilustrada por la italiana Valentina Coretti, y publicada por la editorial Legua con la colaboración de la Fundación Atapuerca no sólo ha nacido con la intención de entretener sino, como ha expresado su autora, de "enseñar" el mundo de Atapuerca qué es "un viaje por la evolución". "Y la cima de los huesos es una alegoría de lo que somos", ha puntualizado.

En este sentido, en "Luz, la niña chamán", centrado en la vida de la sierra burgalesa hace 500.000 años, la periodista narra cómo Luz, una niña chamán, descubre sus poderes mágicos gracias a la anciana Ra, quien le entrega la piedra sagrada encargada de mantener vivo el espíritu del clan.

"En este cuento los clanes son básicos porque van enseñando a Luz, durante su viaje, las claves de la vida. Está el clan de los lobos, el clan de los ciervos, de las abejas... y a través de la naturaleza va aprendiendo a vivir y a perder el miedo", ha descrito.

En cuanto a la parte ilustrativa, realizada por la dibujante italiana Valentina Coretti, la creadora de Luz ha reconocido que en cuanto vio el dibujo de esta niña "Homo heidelbergensis" supo que "era Luz".

"Aunque no tomé parte en la creación de Luz, me parece que el dibujo es muy bonito y muy expresivo. Es ella", ha especificado.

Según la periodista, en este libro la ficción se la mano con la realidad ya que, gracias a los "fósiles de Atapuerca", también está "presente" la verdad de lo que sucedió hace más de 500.000 años.

Por este motivo, para esta experta en Atapuerca, el yacimiento burgalés es una fuente inagotable de historias que puede que le hagan seguir escribiendo otras novelas, aunque su deseo es que Luz de el salto a la gran pantalla.

"Atapuerca es alucinante, es la evolución, todo está allí. Puedes quedarte mirando un fósil que tiene millones de historias que contar. Pero ahora lo que me gustaría es que Luz se convierta en un película", ha confesado.

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