Avances en la transmisión de películas en 3-D de alta definición

  • El nuevo estándar MVC permite comprimir los datos y transmitirlos eficientemente a través de internet, cable o satélite.
Avatar, la película en 3-D más exitosa en taquilla hasta el momento
Avatar, la película en 3-D más exitosa en taquilla hasta el momento
Fox
Lektu / Microsiervos

Si algún efecto secundario ha tenido el clamoroso éxito de Avatar, la asombrosa aventura espacial de James Cameron, sin duda ha sido la popularización del 3-D. Rara es la película reciente que no se anuncia en los cines como 3-D, y la misma tendencia se está extendiendo hacia el más omnipresente de los medios audiovisuales: la televisión.

Uno de los problemas que conlleva el 3-D es que requiere la transmisión de muchísima más cantidad de datos. Cada cuadro de la imagen se compone en realidad de al menos dos, uno para cada ojo, con lo que la información requerida se multiplica al menos por dos, o más si hablamos de televisión de punto de vista libre o multivista.

Ya existe una gran cantidad de vídeo en 3-D al alcance del espectador: hay películas disponibles en Blue Ray, e incluso en el pasado Mundial de Fútbol de Sudáfrica se grabaron los partidos en 3-D. El problema es hallar una forma de transmitir esa información para su distribución a través de internet y los medios de distribución digital de televisión (cable y satélite, e incluso las pantallas de cine donde se proyectan eventos en directo), con velocidad suficiente para que la experiencia del usuario sea satisfactoria, sin cortes ni pausas durante la visualización.

La solución está en un nuevo formato de compresión de vídeo, denominado Multiview Video Coding (MVC), que se demostrará públicamente durante la próxima Convención Internacional de Difusión (International Broadcasting Convention), programada para los días 10 y 14 del próximo mes de septiembre en Amsterdam (Países Bajos).

MVC es una extensión del actual estándar estándar H.264/MPEG-4 AVC y se ha diseñado con dos objetivos en mente.

Por un lado, permitir la codificación y compresión eficiente de las secuencias de imágenes capturadas simultáneamente desde varios puntos de vista, de forma que se mantenga una alta calidad de la imagen. Eso es imprescindible, por ejemplo, para hacer posible experimentar el 3-D en el salón de casa, sin gafas especiales; al fin y al cabo, cada persona que se sienta a ver la película está en un sitio distinto y la ve de forma diferente, casi como si se tratase de su propia película privada.

Por otro, ofrecer total compatibilidad con el estándar anterior, de forma que los reproductores que no estén adaptados al nuevo formato puedan simplemente descartar la información adicional y mostrar el vídeo como si de una película 2D convencional se tratase. Eso se consigue codificando en el mismo flujo de vídeo dos canales de datos, uno que contiene la visión convencional en 2D y un segundo en el que se envía toda la información adicional. Los receptores antiguos, compatibles con H.264/AVC pero no con MVC, simplemente ignoran el segundo canal.

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