China consagra miles de millones de dólares a la conquista espacial, percibida como símbolo de la nueva potencia del país bajo la dirección del Partido Comunista.
El nuevo cohete, bautizado Larga Marcha 6, dotado con un motor de propergol líquido, fue lanzado desde una base situada en la provincia septentrional de Shanxi. Transportaba 20 "microsatélites", explicó la agencia oficial Xinhua.
Según las imágenes de la televisión oficial CCTV, la lanzadera es blanca y su extremidad superior ostenta la bandera china.
El cohete mide 29,3 metros de altura y utiliza combustible constituido por una mezcla no contaminante de oxígenos líquido y keroseno, añade la prensa oficial.
Los "microsatélites" deben servir para realizar experimentos en materia de tecnología y nuevos productos, dijo CCTV sin más precisión.
El Gobierno declaró en 2011 que el Larga Marcha 6 tendría una capacidad de carga de una tonelada y podría colocarla en órbita a una distancia máxima de 700 km.
Entre los objetivos muy ambiciosos de Pekín figuran el envío de una sonda a Marte en torno a 2020, una estación orbital permanente hacia 2022 y el envío de un hombre a la Luna después de 2025.
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