Científicos del MIT desarrollan una batería hasta un 85% más barata que las actuales

  • La nueva batería, basada en electrolitos semisólidos, tendrá grandes aplicaciones en el sector de los automóviles eléctricos.
Batería para coche de A123 Systems
Batería para coche de A123 Systems
A123 Systems
lainformacion.com

El coste de la batería de un automóvil eléctrico puede alcanzar los 8.000 euros, resultando uno de los factores que más lo encarecen, y haciéndolo menos competitivo respecto a los vehículos de gasolina.

Ahora, una nueva empresa denominada 24M pretende desarrollar un nuevo tipo de batería que reduciría esos costes en hasta un 85%. 24M es el resultado de una colaboración entre la empresa de baterías A123 Systems el MIT y la Rutgers University, y cuenta de partida con una financiación de diez millones de dólares en capital riesgo, así como seis millones adicionales de una subvención de la agencia gubernamental ARPA-E (Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada – Energía).

Este nuevo tipo de batería, desarrollado por Yet-Ming Chiang, profesor de física de materiales del MIT y fundador de A123 Systems, pretende combinar las ventajas de las tecnologías actuales (baterías convencionales, pilas de combustible y baterías de flujo), y evitar sus principales inconvenientes.

Las baterías más utilizadas en la actualidad, las de ion de litio, almacenan una gran cantidad de energía, pero los materiales de soporte añaden mucho peso y coste al dispositivo. Los electrolitos, formados por material extendido en capas muy finas sobre delgadas láminas de metal, apenas representan un 50% de la batería; el resto corresponde al empaquetamiento.

Las pilas de combustible y las baterías de flujo no necesitan tanto material de soporte, pero a cambio tienen otras desventajas: en el caso de las pilas de combustible, no se pueden recargar enchufándolas a la corriente eléctrica, sino que hay que reponer el combustible, en este caso hidrógeno, que no es fácil de obtener. Las baterías de flujo necesitan grandes cantidades de electrolito líquido (y corrosivo), lo que las hace poco prácticas para su uso en un automóvil.

La nueva batería promete almacenar mucha energía sin necesidad de mucho material de soporte, y con la densidad energética de una batería de ion de litio. ¿Y cómo funciona? Por el momento, el profesor Chiang prefiere callarse los detalles, diciendo tan solo que su diseño almacena la energía mediante un material "semisólido", posiblemente un gel, en vez del electrolito sólido de las baterías convencionales, o el líquido de las baterías de flujo; y que la versión final del dispositivo no se parecerá ni a una batería convencional ni a una de flujo.

Por el momento, 24M ha fabricado un modelo de pruebas, lo bastante convincente como para conseguir la subvención de ARPA-E; pero, según Chiang, aún faltan al menos cinco años para que esta tecnología madure lo suficiente como para que podamos verla en el interior de un automóvil.

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