Cinco adolescentes crean el simulador de una nave espacial en el garaje de su casa

  • Los jóvenes, de entre 13 y 17 años, se han encargado de hacer los diseños, fabricar las piezas y programar el software de la versión doméstica del 'Colonial Viper' de la serie 'Battlestar Galactica'. Para completar su proyecto, al que han dedicado los fines de semana de los últimos ocho meses, recurrieron al crowdfunding, con el que han conseguido recaudar nada menos que 11.000 dólares de 380 donantes.

Todo empezó con una visita al museo Smithsonian del Aire y el Espacio de Washington DC (EEUU). Allí Joseph DeRose, de 13 años, y su hermano Sam, de 17, probaron el simulador de un avión de combate y se dijeron "tenemos que hacer algo parecido, pero mejor".

Como buenos seguidores de la serie de ciencia ficción de culto 'Battlestar Galactica', se les ocurrió la idea de recrear en el garaje de su casa la cabina de un 'Colonial Viper', el caza de combate que utilizan los protagonistas de la saga televisiva nacida en 1978. Así se inició el proyecto 'Viper'.

La primera fase del ambicioso plan de los hermanos DeRose incluía formar un equipo. No fue difícil. Joseph y Sam reclutaron a tres amigos del colegio, también entusiastas aficionados a 'Battlestar Galactica', como miembros de la tripulación.

El siguiente problema al que se enfrentaron fue el conseguir financiación para el proyecto. Como su paga semanal no era suficiente, recurrieron al crowdfunding para recaudar el dinero suficiente para construir el 'Colonial Viper'.

Más de 380 personas hicieron donaciones a través de la web Kickstarter, y consiguieron reunir cerca de 11.000 dólares. Además, el equipo ha contado con patrocinadores como Autodesk, la empresa desarrolladora el software de diseño Autocad, y la compañía de tarjetas gráficas NVIDIA, que han aportado 6.500 dólares.

Solucionado el asunto del dinero, los cinco adolescentes se embarcaron en un proyecto de ocho meses que ya está en su fase final y que será finalmente presentado en una feria científica que se celebrará a mediados de junio en San Francisco.

Para dar vida a la cabina del 'Colonial Viper', estos genios precoces se hicieron con el fuselaje de una pequeña avioneta Piper PA-28. Como ninguno tenía carné de conducir, necesitaron la ayuda de sus padres para transportarlo hasta su garaje.

Una vez allí, la situaron sobre un plataforma móvil "capaz de girar hasta 360 grados sobre sus ejes", según explican en su web. Esta plataforma diseñada por un grupo de adolescentes supera a la de la mayoría de los simuladores de vuelo comerciales se pueden encontrar en algunos museos de aeronáutica, como el del Smithsonian, que apenas pueden ladearse 30 grados.

Una vez instalado, repararon el fuselaje, lo pintaron y en su interior instalaron un potente ordenador con tres pantallas para que hiciese las veces de cerebro del simulador. Ellos mismos programaron el software que lo hace funcionar e incluso han diseñado los trajes de piloto con el que pretenden subir a recoger el primer premio en la feria Makers Fair, el próximo 20 de junio.

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