¿Cómo se formó el remolino gigante de Japón? Lo explican mediante un simulador de tsunamis

  • El tanque de olas de Universidad de Oregón sirve a los investigadores para conocer mejor qué sucede tras el impacto de una ola gigante contra una ciudad costera. Las pruebas explican cómo se forma un remolino gigante como el que pudo verse en los minutos posteriores al tsunami de marzo de 2011 en Japón.
El gigantesco remolino que se formó tras el tsunami de Japón (NHK)
El gigantesco remolino que se formó tras el tsunami de Japón (NHK)
lainformacion.com

La imagen de un gigantesco vórtice de agua arrastrando una embarcación quedó en nuestras retinas como una muestra más del horror que se vivió en Japón tras el terremoto del 11 de marzo de 2011. Entre las imágenes que ofrecía la televisión japonesa en los primeros minutos pudimos ver el embate de las olas y un gigantesco remolino parecía sacado de una pesadilla. ¿Qué era eso y cómo se había generado?

En el laboratorio de investigación de olas de la Universidad de Oregón están utilizando el generador de olas para simular las condiciones de un tsunami. En una de las pruebas colocan un gran dique de contención y comprueban los efectos del choque de una gran masa de agua. Una vez que la ola impacta, se generan sendos vórtices de agua a ambos lados del muro, de la misma forma que aquel remolino frente a un puerto nipón.

"Los vídeos de los barcos atrapados dentro del remolino que vimos en Japón", asegura William McDougal, director del laboratorio, "eran exactamente esto". Las enormes dimensiones del fenómeno llamaban la atención de los científicos y es lo que ha conducido a realizar las pruebas. Ahora comprenden mejor cómo se generan estos vórtices, qué forma tienen y cuánto duran. "Son muy persistentes", asegura McDougal, "pueden durar hasta diez veces más de lo que esperábamos".

El laboratorio permite reconfigurar la forma de las olas y los investigadores están aprovechando para simular el azote de un tsunami contra una estructura urbana. Para ello construyen una maqueta y observan los efectos de una masa de agua al golpear contra los edificios y avanzar por el entramado de calles. Su intención es mejorar las estrategias preventivas para evitar una catástrofe como la que asoló Japón.

Este tipo de canales de pruebas son muy útiles para simular las condiciones del mar en distintas situaciones. En España, el canal de Experiencias Hidrodinámicas de El Pardo sirve para probar el diseño de buques de todo el mundo y para simular accidentes como el del petroletro Prestige. Se introduce una configuración de olas similar a la que había el día del accidente y se comprueba cómo pudo afectar a la embarcación. El informe pericial sirvió de prueba en un juicio.

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