Confesiones de una pirata (y 2): "Si con la Ley Sinde se cierran páginas web, ¿quién va a crear nuevos contenidos?"

  • Amparo Peiro, ex administradora de Animersion y vocal del Partido Pirata, continúa el relato de su experiencia en el mundo de las descargas. En la segunda parte de esta entrevista describe el oscuro mundo de la 'Scene' del que salen muchas de las series y películas piratas en todo el mundo.
Amparo Peiro, antigua administradora de Animersion y vocal del Partido Pirata en España
Amparo Peiro, antigua administradora de Animersion y vocal del Partido Pirata en España
lainformacion.com
Fernando de Luis-Orueta
Fernando de Luis-Orueta

Primera parte de la entrevista con Amparo Peiro: "He llegado a grabar tres películas en un día cargando la batería en el 'parking"

¿Por qué cerrasteis Animersion?

Recibimos una denuncia de Planeta Crédito y no por tener películas de estreno sino por dos DVD infantiles. La denuncia era contra la página en general. Porque esa es otra: ¿a quién denuncias? En los datos de registro de cualquier página te saldrá que el administrador era el Papa y que está en el Vaticano. Pero hubo un error y en Animersion figuraba el nombre del primer administrador.

Y optasteis por el cierre.

Sí, a pesar de que sabíamos que la denuncia no iba a prosperar, entre otras cosas porque las pruebas aportadas eran incorrectas. Además éramos una página personal sin ánimo de lucro. Las páginas que no tienen lucro –y esto es importantísimo- se diferencian de las que tienen lucro porque son comunidades de usuarios. No hay un administrador que aporta contenido sino que cada usuario comparte cosas. Yo llevaba las cuentas de la web y cuando me citaron a declarar aparecí con los extractos.

¿Sabes cómo te localizaron?

Por el Paypal que teníamos para recibir donaciones localizaron al chaval que un principio estuvo a cargo del tema. Y éste, del miedo que tenía, dio todos los nombres.

¿Con las donaciones cubríais el coste del servidor?

Bueno, según. El mes que más dinero recibíamos permitía cubrir los gastos. Estábamos alojados en Holanda y costaba 350 euros al mes. Luego teníamos otro servidor en el que editábamos las películas. Ese, que eran 100 euros, lo pagaba yo. Todas las entradas del cine te las has de pagar tu. El taxi hasta el cine…

Taxi porque querías ir a cines específicos.

Sí. Por ejemplo, las salas 21 y 23 del Kinépolis [de Valencia], que eran la leche. Algún acomodador se va a acordar de mí, porque iba mucho.

¿Y tras el cierre de Animersion?

Pues se crearon unas seis o siete páginas más. Matas a una, nacen seis. Es totalmente cierto. Pero no tenían estrenos porque esos los hacíamos nosotros. Todos los usuarios preguntaban qué hacer ahora. Y un chaval que estaba en la página nos ofreció que entráramos en la Scene.

¿La Scene?

Si alguien observa las páginas con estrenos verá que todas los tienen a la vez. Todas. Si sólo hay un administrador o dos, ¿cómo les ha dado tiempo a rippear ocho películas y ofrecerlas a la vez? Es imposible. Ese material viene de la Scene: grupos de gente con FTP superprotegidos en los que es bastante complicado entrar. Y si lo consigues y sales es muy difícil que puedas volver porque ya no te valdrán las claves y demás. Estos son los que, por ejemplo, graban series por satélite con una capturadora, por eso nada más emitirse un capítulo ya lo tienes para descargar.

Entiendo que son, digamos, superusuarios que han ido conformando ese grupo...

La Scene lleva toda la vida. Gente con conocimientos técnicos muy profundos. Se lleva haciendo desde muchísimo antes que las descargas. Pero ahí lo que prima es la privacidad. Es muy estricto, no se deja entrar a nadie porque sería un peligro.

¿Cuántas personas puede haber ahí?

¿En España o en el mundo? Miles. Piensa que está todo el mundo interconectado. Si tu aportas contenido, otros sites entran en contacto contigo para intercambiar. Esto es muy bonito, muy idílico y muy maravilloso. Yo he estado ahí después del cierre de la página. Pero hay un problema: siempre hay filtraciones de datos que caen en lo que yo llamo la Scene mala, que es en la que yo empecé entrando.

¿Cómo fue ese proceso?

Cuando cerramos la página nos captaron porque no tenían estrenos. Porque en la Scene ya nadie se atreve: si pillan a cualquier grupo español, el problema es que tienen FTP, es decir, no estaríamos hablando de enlaces sino del archivo físico. Y así lo hicimos, aunque no sabíamos muy bien en qué consistía aquello. Aportábamos los estrenos y ellos nos daban acceso a un servidor para que nos descargáramos todo lo que quisiéramos. Pero no tenías contacto con nadie ni te enterabas de nada.

Pero sabrías al menos quién te estaba dando acceso al FTP.

Un amigo de un amigo. De verdad que no te enteras de nada. Fíjate que el chico este nos dijo que se iba a trabajar a un proyecto de inteligencia artificial en Tokio y tiempo después descubrí que nos había tomado el pelo porque aparecía en las listas de gente aprobada en la Selectividad.

¿Y cómo os comunicabais con ellos?

El contacto se hacía por canales secretos del [protocolo de chat] IRC. Allí un día me abren un privado y empiezan a contarme que habíamos caído en la Scene mala, la que tiene ánimo de lucro. Ahí se venden cuentas de acceso y si una de ellas se la vendían a un infiltrado se nos caía el pelo. No me lo podía creer. Me mosqueé mucho porque yo lo estaba haciendo de manera altruista. Y fue así como nos abrieron las puertas de la Scene buena.

¿Cómo funcionabais allí?

Nos unimos a un grupo muy conocido que se llamaba Quimera que, como no tenía estrenos nos buscaban como locos. Te quedas alucinado con la tecnología que están utilizando de FTP. Subía las películas desde mi servidor, que lo seguía conservando, y con una sola instrucción en tres minutos estaba distribuida en servidores todo el mundo.

¿Y cómo salta de ahí a los usuarios de a pié?

Porque siempre hay manzanas podridas que filtran el contenido a la Scene mala. Allí se venden cuentas de FTP. Todas estas páginas de descargas que tienen publicidad normalmente tienen compradas cuentas de esas y así acceden al contenido y lo cuelgan en sus webs. Por eso aparece la misma película a la vez en todas las webs.

¿Y esas cuentas cuánto cuesta?

Conozco a un chaval que vive de esto. Es lo que se llama un trader, comercia con estas cuentas de FTP. Si es un usuario de la calle, le cobra 15 o 20 euros al mes. A las web quizá les cobre 100.

¿Y ahora quién piratea los estrenos?

Sólo quedan dos o tres webs que los hagan. Por eso están tan empeñados en acabar con ellas. La gente dice que si con la Ley Sinde cierran estas páginas, queda el Emule y los sistemas descentralizados con todo el material que ya está subido. Pero a partir de ese momento, ¿quién creará nuevos contenidos? Sólo quedará viejo que poco a poco irá muriendo. Porque el que lo hacía por dinero ya no va a estar. El que lo hacía por ego, si no tiene nadie que la dé las gracias va a perder ese estímulo.

¿Cuándo grababas un estreno no te planteabas que podrías hacer daño al cine?

Para nada. Pero para nada. De hecho, las más descargadas son las que más taquilla han tenido, como Avatar. Y las películas españolas se descargan muy poco. Miras las estadísticas y ves que una película americana tiene 500 descargas y una española, 20. Menos Torrente… Esta última entrega a los pocos días apareció, grabada con una cámara. Y no salió antes porque en la primera grabación pasó algo en el cine y salió mal. Y aún así ha sido la más taquillera del año.

Pero empieza a haber plataformas de cine on-line con licencia.

Defiendo mucho que haya oferta asequible y a las páginas que están intentando hacer algo. Entre semana poca gente puede ir al cine y los fines de semana como mucho te da tiempo a ir a ver una, pero se estrenan al menos cinco. Y a la semana siguiente de esas cinco quedan dos.

Cuando estabas en el cine grabando con un micrófono, ¿no tenías conciencia de que no estabas haciendo algo estrictamente correcto?

Yo tenía consciencia de no era ilegal. ¿Consciencia de que no era correcto del todo? Sí… Bueno, yo no estaba incumpliendo la ley. Lo que no está prohibido por la ley puede ser moralmente reprobable, pero no ilegal. Peor está que ellos, sabiendo que aquí hay un negocio, no hagan nada al respecto. Tanto que critican a Internet, pero les ha abierto las puertas a un nuevo negocio, al usuario ya lo tienen formadito –igual como pasó con Microsoft Office, que se dejó piratear y ahora es un estándar–, se han vendido multitud de aparatos multimedia…

Crees que las grandes compañías tienen su parte de responsabilidad…

Sony, por ejemplo, que es una de las primeras que vetó a los autocines a emitir por FM, es una de las que más discos multimedia vende. ¿Para qué sirve un disco multimedia, a ver? Me lo vendes por 250 euros y qué quieres que vea ahí si no tengo tienda donde comprar contenido. Así que sí, era consciente de que aquello no estaba del todo bien, pero ellos lo están haciendo todavía peor.

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