Conservador del Botánico reclama plan de gestión para evitar más desgracias

  • El conservador del Real Jardín Botánico Mariano Sánchez García ha reclamado la elaboración de un plan de gestión de todo el arbolado de Madrid que incluya la elaboración de un completo inventario para determinar qué ejemplares se deberían eliminar para evitar más desgracias como la ocurrida ayer.

Madrid, 24 jul.- El conservador del Real Jardín Botánico Mariano Sánchez García ha reclamado la elaboración de un plan de gestión de todo el arbolado de Madrid que incluya la elaboración de un completo inventario para determinar qué ejemplares se deberían eliminar para evitar más desgracias como la ocurrida ayer.

Sánchez García forma parte del grupo de trabajo que impulsó el Ayuntamiento de Madrid para evaluar el estado de las masas forestales y el arbolado de El Retiro, tras las sucesivas caídas de árboles y de ramas durante los últimos meses en la ciudad, que han causado dos muertos y varios heridos.

El último de estos sucesos se produjo ayer, cuando un hombre de 72 años falleció al ser golpeado por la rama de un árbol que se desprendió en el barrio de Vallecas.

Ante los sucesivos incidentes que se han producido durante los últimos meses, el conservador del Botánico ha incidido en la importancia de que el Ayuntamiento elabore un plan de gestión y de que explique "muy bien" al ciudadano su contenido y ejecución para evitar las quejas que suelen provocar la eliminación de ejemplares, la sustitución de árboles viejos por otros más jóvenes o las podas.

"Algunas veces los ciudadanos se encadenan (para evitar su eliminación) a árboles que se les pueden caer encima", ha explicado Sánchez García.

El conservador del Jardín Botánico ha insistido en que "siempre" se han caído ramas y se han caído árboles, pero que este año se ha dado la desgracia de que había gente debajo de esas ramas y de esos árboles.

Las incidencias, ha explicado, son más frecuentes en verano debido al déficit hídrico y a la "bajísima" humedad ambiental que se registra en Madrid durante los meses de verano, lo que ocasiona un debilitamiento de los árboles y de sus ramas.

El plan de gestión que reclama requeriría la elaboración de un inventario del arbolado de la ciudad y diferenciar los parques y jardines del resto de vías, ya que en los parques los árboles cumplen funciones muy diferentes a los de las vías públicas.

Ha subrayado además que todos los árboles deberían tener una vida determinada y limitada, ya que muchas especies son capaces de vivir sanos durante ochenta años pero a partir de esa edad comenzar a dar problemas, por lo que a su juicio a partir de los setenta años deberían empezar a ser eliminados y sustituidos por otros.

Como experto en esta materia, Mariano Sánchez tiene la percepción de que muchos árboles de Madrid son ya viejos y por lo tanto peligrosos, y ha incidido en que algunos de los árboles que se han caído en Madrid son capaces de vivir sanos más de doscientos años en su hábitat natural, pero no en un alcorque dentro de una ciudad con altos niveles de contaminación.

También ha reconocido que ninguna ciudad de Europa tiene un plan de gestión de estas características, y ha asegurado que las alineaciones de árboles se retiran sólo cuando empiezan a dar problemas, pero a su juicio "tras las desgracias que ha habido" el Ayuntamiento de Madrid debería plantearse su elaboración y ejecución.

Para el conservador, los árboles "seguros" son los que están "terciados" (podados) a cinco metros de altura y cada cinco años, pero también ha observado que muchos ciudadanos de Madrid protestan cuando ven las podas.

Tampoco tiene sentido, según el conservador, plantar árboles como el "plátano", capaz de alcanzar treinta metros de alto para luego limitar su altura a siete metros, y ha abogado por cambiar las especies que se plantan en determinadas calles.

Como medida "rápida" y urgente ha apuntado la posibilidad de limitar a siete metros de altura todos los ejemplares de olmo "pumila" (como el que cayó ayer) susceptibles de dar problemas, "pero con vistas a hacer algo más en el futuro".

Mariano Sánchez ha valorado la planificación que se llevó a cabo durante los últimos años en los barrios madrileños de Las Letras y Valdebebas, en contra de lo que ocurrió en la década de los ochenta, cuando se plantaron miles de olmos "pumila" en Madrid y en otras ciudades para sustituir a los olmos, que murieron en su totalidad.

"El pumila es un árbol que desgraciadamente no es lo mejor que se puede plantar en una ciudad; es del mismo género, muy parecido, pero de vida mucho más corta y que se pudre más rápidamente" ha señalado el conservador del Botánico, y ha advertido que esta especie requiere actuaciones cuando apenas tiene cuarenta años de vida, por lo que sería "un buen momento" para eliminar alineaciones completas de este árbol y sustituirlas por otras.

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