Cuerpo humano: el mejor "hombre del tiempo"

  • El cuerpo humano es mucho más sabio de lo que a veces se piensa y manda señales claras en relación a todo lo que le rodea. Es por esto que las personas "meteorosensibles" son capaces de sentir que se va a producir un cambio en el tiempo en base a las reacciones experimentadas en su cuerpo.

Alba Chao

Ourense, 7 mar.- El cuerpo humano es mucho más sabio de lo que a veces se piensa y manda señales claras en relación a todo lo que le rodea. Es por esto que las personas "meteorosensibles" son capaces de sentir que se va a producir un cambio en el tiempo en base a las reacciones experimentadas en su cuerpo.

Esto no quiere decir ni mucho menos que el dolor de una articulación o la molestia en una cicatriz vaya a desbancar a los meteorólogos, pero sí que existe una ligazón entre variaciones en la climatología y respuestas en la salud.

El profesor titular de Geografía Física en la Universidad de Santiago de Compostela (USC) Alberto Martí explica a EFE que la "sensibilidad de algunas personas ante diferentes situaciones atmosféricas se puede traducir, por una parte, en dolores musculares o de huesos".

También son frecuentes "molestias en cicatrices" de heridas u operaciones que completen los síntomas "más simples que pueden sentir las personas meteorosensibles".

Pero además de estas cuestiones molestas pero de gravedad menor, puede que empeoren otras dolencias más importantes.

Entre estas patologías Martí destaca las de "tipo respiratorio, cardiovasculares e incluso relacionadas con el cerebro", que se pueden recrudecer ante cambios de "temperatura principalmente", pero también por variaciones en la presión o la humedad.

A estas afecciones hay que añadirle aquellas de carácter psicológico y emocional, como depresiones o ansiedad, estrechamente vinculadas a la falta de luz.

"Después de estos dos meses de invierno duro, todo el mundo comenta estados de tristeza, empeoramiento de depresiones, estados de ánimo en los que influye la falta de luz", subraya el profesor.

Según el resumen mensual de la Agencia Estatal de Meteorología este pasado mes de enero fue "muy húmedo" y las precipitaciones "superaron en más del 50% los valores medios mensuales".

Asimismo, las precipitaciones sobrepasaron el valor máximo registrado en el periodo de referencia 1971-2000.

El mes de febrero por su parte tampoco dio demasiada tregua en cuanto a lluvias y temporales. Sin embargo, desde el pasado jueves parece que el tiempo ha dado un giro.

Según el pronóstico de Meteogalicia esta será la tendencia al menos durante próxima semana bajo la influencia de las altas presiones.

Seguirá predominando el tiempo seco y de sol, con noches frías y temperaturas agradables en las horas centrales del día.

Ante estos cambios "el organismo tiene que aclimatarse, sufre un desequilibrio" ante el que se "pone en marcha un sistema de equilibrio", por lo que en el cuerpo ciertas dolencias se ven agravadas.

Esto se ha constatado, según Martí, a partir de "estudios realizados principalmente en Europa y Estados Unidos" que observan estas tendencias.

Aunque en España son todavía pocos los grupos que estudian la meteorosensibilidad, en otras partes del mundo hay expertos que analizan y "determinan cómo diferentes situaciones atmosféricas producen un aumento de ingresos en hospitales", principalmente por cuestiones "respiratorias y cardiovasculares".

Invierno y verano, pese a ser consideradas las estaciones con un tiempo más extremo, son épocas "más homogéneas", mientras que durante "la primavera y el otoño se experimentan más cambios", lo que influye de forma más intensa en las personas con sensibilidad meteorológica.

Esto sucede también cuando se cambia de clima.

"Puede afectar física y anímicamente, al estar acostumbrado a un clima con unas temperaturas más o menos cambiantes o unos días de lluvia".

Pero todo tiene su cara B. También existen personas poco sensibles a estos cambios. Serán, en opinión de Martí, "de metabolismo más fuerte, más sanas", mientras que los grupos más sensibles son "los niños de hasta 10 años y los mayores a partir de 65-70".

En Galicia, donde abundan las lluvias, pero también se cuentan veranos donde el mercurio supera los cuarenta grados, empieza a prestarse más atención a todas estas cuestiones, sobre las que hay algunas publicaciones en España.

Martí, junto a otros geógrafos, físicos y dos profesores de Medicina, trabaja en el análisis de los cambios de tiempo y sus efectos.

El objetivo final, concluye Martí, es conseguir que, como ya sucede en Alemania, los servicios meteorológicos "puedan prevenir a personas con según qué patologías de los efectos que puedan surgir con determinados cambios de tiempo". EFE

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