De muebles de Ikea a craneos: así será la impresión 3D del futuro (cercano)

    • Bilbao acoge esta semana el 6º Congreso Nacional de CENTAC sobre Tecnología de la Accesibilidad.
    • "La impresión 3D va a cambair las reglas de juego del mercado", afirma Santi Pisonero, director de PR4, una firma enfocada al uso social de la tecnología.
La impresión 3D permitirá, en un futuro no muy lejano, la creación de muebles en casa.
La impresión 3D permitirá, en un futuro no muy lejano, la creación de muebles en casa.

"La impresión 3D es asequible aunque ahora mismo da muchos problemas pero es una tecnología disruptiva que va a cambiar el mercado y la sociedad en dos, cinco o diez años". La frase es de Santi Pisonero, director de PR4, una empresa especializada en lo que llama la tecnología social y que quiere eliminar barreras: "Queremos que la tecnología sea accesible, esté orientada hacia las personas, y diseñarlas desde y hacia las personas. Llevarla a todo el mundo".

En ese misión de Pisonero, licenciado en sociología, juega un papel crucial la impresión 3D: "Queremos que sea la gente la que desarrolle sus propios inventos. Que una persona con una disfunción en una mano que necesita una cuchara doblada por el mango porque no la puede agarrar o una que no tenga fuerza para girar la llave en puerta encuentre en la web un repositorio". Lo que Pisonero quiere organizar es una alternativa a Thingiverse, un portal en el que los usuarios suben todo tipo de diseños para que cualquier persona los pueda fabricar en su casa.

Pisonero va a ser uno de los ponentes del 6º Congreso Nacional del CENTAC sobre Tecnología de la Accesibilidad que se va a celebrar en Bilbao los días 6 y 7 de noviembre y en el que se va a discutir el impacto de un buen número de nuevas tecnologías, desde los wearables hasta el internet de las cosas. "Cada una de ellas es completamente revolucionaria y están saliendo a la vez. Van a interactuar entre ellas pero no sabemos qué va a pasar. Las máquinas hablan con las máquinas, lo que se llama el internet de las cosas: la aspiradora que se pasa sola y que se guía por la luz y enciende una bombillas cuando no hay luz. Los coches se conducen solos y esos coches van a decidir si matarte o no porque en algún momento decidirá si pega un volantazo o atropella a un niño".

Pisonero advierte que la impresión 3D a nivel casero es "poca cosa" en la actualidad. ¿Dónde se le da mayor uso? "La gran industria, las grandes empresas de automoción, los fabricantes de electrodomésticos", afirma, son los principales actores de un sector que se han valido de esta técnica para abaratar costes en la personalización. "Se puede imprimir a precios razonables una cosa exclusiva para alguien. Antes tenías que hacer el molde, que era la parte más cara del proceso".

Aunque el material más utilizado en la actualidad es el polimero, "el plástico de toda la vida", existen otros ejemplos de materiales que están moldeando el futuro tecnológico. "Una empresa que se llama OsteoPhoenix, en el País Vasco, está imprimiendo craneos en titanio para operaciones de restauracion craneal. Se le escanea la mitad buena a una persona que tiene una fractura craneal, se copia a la inversa y se hace una réplica con titanio. Esto está pasando ahora". Titanio, madera o chocolate, todos ellos materiales que se utilizan en la actualidad, anticipan un futuro en el que los grandes fabricantes tendrán que adaptarse o perecer en el intento. "¿Imprimir muebles de Ikea? Llegará el momento que sea más rentable que te salga más a cuenta comprar el material", afirma.Casas por 450 euros

No sólo la industria de consumo está amenazada sino incluso la inmobiliaria. Diversas empresas chinas han presentado modelos de viviendas impresas en 3D en los últimos meses. Mediante la construcción de módulos que luego se ensamblan en el terreno, es posible contar con una casa en cuestión de horas. Aunque los fabricantes no han querido revelar los materiales, lo que sí publicitan son los precios: frente a los 5.500 euros de media que cuesta una casa en China, el coste de una impresa en 3D se rebaja hasta los 450. Y no sólo se imprimen casas, a principios de 2015 se construyó en el país asiático un bloque de pisos de cinco plantas hecho a base de cemento y residuos industriales.

La propia NASA ha enviado una impresora 3D a la Estación Espacial Internacional para poder dar forma a pequeñas piezas que los astronautas necesiten con urgencia de cara al mantenimiento de la base y también se plantea que la tecnología será clave en la futura colonización de Marte ante la imposibilidad de enviar materiales en un corto espacio de tiempo.

Pero Pisonero advierte frente a la euforia que se produce con las nuevas tecnologías y pide paciencia y prudencia: "Históricamente, la tecnología despierta mucha más expectación en comparación con el impacto socioeconómico, que muchas veces es más bajo de lo esperado. Es el ciclo de la sobreexcitación". El director de PR4 se vale del reciente aniversario de Regreso al Futuro para apoyar su tesis: "Una de las cosas que la ciencia ficción no ha visto es que la gente no sepa usar la tecnología y eso sucede hoy. La mujer de Marty Mcfly sabe preparar pizzas con la última tecnología en 2015, pero hoy existe gente mayor que no sabe usar un smartphone y eso no lo habíamos previsto. Debemos hacer que la tecnología llegue a todas las personas y que resuelva necesidades en lugar de crear otras nuevas".

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