Dinero fácil con efectos secundarios: así es la vida de una cobaya humana

Pocas actividades existen para conseguir dinero fácil y rápido que las pruebas con medicamentos experimentales. La idea parece inofensiva aunque con ciertos riesgos: basta con encerrarse un número de días en una clínica y hacer de cobaya humana, probar un medicamento concreto y dejar que los médicos correspondientes analicen nuestro cuerpo para estudiar el efecto de la medicina y las posibleas secuelas que puede originar.

Las pruebas médicas se llevan a cabo de manera cotidiana aunque sólo saltan a la prensa aquellas que van terriblemente mal. El caso de Parexel es uno de los más sonados: en 2006 estuvo a punto de acabar con la vida de seis pacientes que accedieron a probar un medicamento pensado para esimular el sistema inmune y por el que los pacientes recibieron unas 2.000 libras.

Esas 2.000 libras estuvieron cerca de no llegar al bolsillo de los pacientes, cobayas que estuvieron cerca de perecer cuando su hígado, riñones o pulmones comenzaron a fallar. El caso no es único, aunque sí aislado. Los experimentos con medicamentos no suelen acabar en tragedia aunque sí que provocan efectos poco deseados en aquellos que se someten, de manera voluntaria, a una prueba que permita afinar el producto final para que tenga los menores efectos secundarios posibles cuando llegue a las farmacias.

Fue el caso de la talidomida, un medicamento pensado para calmar las molestias propias del embarazo, el que puso sobre la mesa la necesidad de contar con controles más eficientes. Comercializado entre 1958 y 1963, dejó secuelas en 10.000 niños que nacieron con malformaciones desarrolladas durante el embarazo y asociadas al consumo de esta sustancia.5.000 euros por una gripe

Hay casos menos nocivos o en los que el paciente puede, por lo menos, acudir más tranquilo al hospital. Un centro en Londres ofrece algo más de 5.000 euros a cada paciente que se presente en sus instalaciones para contagiarse de gripe y acelerar el desarrollo de nuevos medicamentos relacionados con la gripe.

Fundado en 2001, el centro de virología hVIVO, quiere estudiar los tiempos de recuperación y las causas que inician el contagío. "Queremos saber cómo y cuándo enferman las personas y cuánto tardan en recuperarse. El inicio de una infección es importante", explica Cyrus Ghobado, investigador del centro, en unas declaraciones que ha recogido BBC Radio 5.

El estudio de hVIVO trata de recolectar datos tanto de los virus de la gripe comunes como de los más extraños. Y, para ello, intentan que las condiciones de las cobayas humanas sean las mejores: tienen un baño privado y conexión a internet pero están aislados del mundo durante dos semanas. Incluso el personal del centro debe vestirse de manera adecuada para evitar cualquier cruce de virus.

"Al tercer día, después de que me dieran la cena, me empecé a sentir mal", comenta Mark Harris, participante del estudio que se centró en los efectos de la gripe en personas asmáticas. Todos los pacientes deben estar en las mismas condiciones -en el caso de hVIVO duermen con la cabeza destapada para que las vías respiratorias estén abiertas- y el incentivo mínimo asciende a los 3.000 euros.Heces radioactivas

Que los pacientes no teman por sus vidas no significa que su cuerpo no sufra molestos efectos secundarios. Stan, un hombre de Liverpool, reconoció a un redactor de Vice que había tenido que recoger sus excrementos durante 18 días ya que la medicina que había tomado era radioactiva. "No se podía evacuar opr el retrete y los primeros días nadie era capaz de acertar en una botella. Fue caótico", recuerda.

El caso que ilustra el párrafo anterior no fue tan extremo como el que tuvo al redactor de la revista cuatro días postrado en una cama. No sufrió efectos secundarios y su medicina logró el visto bueno para comenzar su comercialización por los cauces habituales.

Cada medicina tiene su propia idiosincrasia lo que significa que cada periodo de prueba es diferente. En algunos casos, los menos, los pacientes corren verdaderos riesgos mientras que es común que alguna causa no deseada aflore durante la prueba como Anwar, un italo-somalí que perdió el sentido del gusto de las bebidas calientes durante un test que duró 26 días.