El ejército licencia hoy al lanzacohetes "teruel", que llevaba en servicio desde 1987


El lanzacohetes "Teruel", en servicio desde 1987, será dado de baja hoy como sistema de armas operativo del Ejército, tras haber marcado un hito en su tiempo en la modalidad de artillería cohete.
Según informó el Ejército de Tierra, este sistema de armas, desarrollado íntegramente por la industria nacional, ha estado en dotación en el Regimiento de Artillería Lanzacohetes de Campaña (Ralca) nº 62, ubicado en Astorga (León). Con la desaparición del "Teruel", la citada unidad se despide de los lanzadores, que le hacían el único de los regimientos del arma que contaba con capacidad cohete.
En total, son 14 los sistemas "Teruel" que dejan de utilizarse, después de lanzar 7.800 cohetes sobre el Centro de Adiestramiento (Cenad) "San Gregorio" y el campo de maniobras y tiro "El Teleno" (León).
El lanzacohetes "Teruel" medía 7,6 metros de largo, más de tres de alto en posición de marcha y pesaba 22 toneladas en posición de combate. Disponía de un lanzador múltiple y disparaba cohetes de calibre 140,5 mm, con una longitud de dos metros, un peso de 56,4 kilos y un alcance máximo de 18,5 kilómetros.
Para pasar desapercibido, disponía de un armazón donde se colocaba una red mimética que se fijaba al suelo y servía para romper la silueta del vehículo. Sin embargo, una vez que hacía fuego, debido al rebufo de los cohetes su posición era fácilmente identificable, por lo que tenía que variarse tras cada acción de fuego.
CARGA Y PERSONAL
El "Teruel" contaba con 40 cohetes de 2x20 alvéolos, que tardaba 35 minutos en cargar pero podía lanzar en menos de uno, en una sola ráfaga. Se colocaba en una plataforma montada sobre un camión todoterreno carrozado. El personal se componía de un jefe, un conductor, un apuntador y dos sirvientes: uno para el costado derecho y otro para el izquierdo.
El jefe del Estado Mayor de Tierra aprobó una decisión que obedece a que tanto el vehículo que sirve de plataforma de lanzamiento como el sistema propiamente artillero han quedado obsoletos ante los progresos en alcance y precisión de los últimos años.
Para que el regimiento no pierda su capacidad operativa, desde el mes de octubre dispone de obuses de última generación del calibre 155/52mm, también de fabricación española.
El nuevo obús lleva un tiempo en servicio en otros regimientos de Artillería, y alcanzó su plena operatividad hace unos tres años, pero fue en el Regimiento de Astorga donde se constituyó la unidad experimental que sirvió para hacer las pruebas balísticas y las modificaciones de software previas a su asignación a las unidades destinatarias.

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