El observatorio ALMA despliega sus antenas en Chile para escrutar el Universo

  • El mayor observatorio terrestre del mundo, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), desplegará este miércoles sus antenas en Chile para escrutar los recovecos más lejanos y desconocidos del Universo.

San Pedro de Atacama (Chile), 12 mar.- El mayor observatorio terrestre del mundo, el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), desplegará este miércoles sus antenas en Chile para escrutar los recovecos más lejanos y desconocidos del Universo.

El presidente chileno, Sebastián Piñera, será el encargado de inaugurar este conjunto astronómico, construido a lo largo de la última década gracias a una alianza de países europeos, asiáticos y norteamericanos.

Aunque el observatorio comenzó oficialmente sus operaciones en octubre de 2011 con un tercio de sus antenas operativas, esta inauguración representa el inicio formal de la actividad de ALMA ya con 57 de sus 66 antenas en pleno funcionamiento.

El resto de antenas entrarán en marcha antes de octubre.

Este proyecto está instalado a 5.000 metros de altitud en el Llano de Chajnantor, situado en el inhóspito desierto de Atacama, cerca de la turística localidad de San Pedro y a unos 1.700 kilómetros al norte de Santiago.

Las antenas de ALMA no funcionan como los telescopios ópticos tradicionales, sino como radiotelescopios, es decir, están diseñadas para detectar las longitudes de onda milimétricas y submilimétricas, aproximadamente mil veces más largas que la luz visible.

La observación de estas longitudes de onda largas permite a los astrónomos estudiar objetos muy fríos en el espacio, como las densas nubes de polvo cósmico y gas donde se forman estrellas y planetas, así como objetos muy fríos en el Universo primitivo.

Al captar esas ondas, ALMA podrá descubrir los misterios sobre la formación de las estrellas, que a veces los telescopios normales no pueden ver debido a las polvorientas concentraciones de gas de las que nacen.

"ALMA será capaz de penetrar en regiones de polvo donde la luz visible no puede llegar", dijo en una rueda de prensa Ewine F. Van Dishoeck, miembro del directorio de ALMA y profesora de la Universidad de Leiden, en Holanda.

"ALMA no será el telescopio que descubre señales de vida avanzada, solo los ingredientes como moléculas complejas", subrayó la experta.

Además, las 66 antenas de ALMA funcionarán juntas como un interferómetro, es decir, como un telescopio único y colosal, para lo cual pueden adoptar distintas posiciones a lo ancho y largo del Llano de Chajnantor.

La resolución de las imágenes obtenidas dependerá de la distancia entre las antenas, que se separarán progresivamente hasta abarcar una extensión de unos 16 kilómetros en un plazo de 3 o 4 años, explicó a Efe Pier Cox, que asumirá como nuevo director de ALMA en abril.

Dada su potencia, ALMA será capaz de obtener detalles con al menos 10 veces mayor resolución que el telescopio espacial Hubble.

El cerebro de este ambicioso proyecto es el llamado correlacionador, un supercomputador especialmente diseñado para ALMA cuya única función es tomar las señales de las antenas y combinarlas para generar los datos que posteriormente serán analizados.

Este complejo astronómico ha sido desarrollado de forma conjunta por una asociación internacional de Europa, a través del Observatorio Europeo Austral (ESO); Estados Unidos, Canadá, Japón y Taiwán, en colaboración con Chile.

El proyecto, con un costo de 1.400 millones de dólares, comenzó a dar sus primeros pasos en 2003, cuando el ESO y Estados Unidos, a través del Observatorio Radioastronómico Nacional (NRAO, por sus siglas en inglés) firmaron un primer acuerdo al que un año después de sumó Japón.

El ESO también opera otros dos observatorios en el norte de Chile, La Silla y Paranal, y además impulsa la construcción del que se convertirá en el telescopio más grande del mundo, el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT), en el Cerro Armazones, a unos 20 kilómetros de Paranal.

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