El paso a tierra de los anfibios redujo el número de huevos por puesta

  • Un grupo de investigadores ha reconstruido la historia evolutiva del paso del agua a tierra de los anfibios y ha constatado que la conquista del medio terrestre llevó asociada un aumento en el tamaño de los huevos, así como una reducción del tamaño de los adultos y del número de huevos por puesta.

Madrid, 28 ago.- Un grupo de investigadores ha reconstruido la historia evolutiva del paso del agua a tierra de los anfibios y ha constatado que la conquista del medio terrestre llevó asociada un aumento en el tamaño de los huevos, así como una reducción del tamaño de los adultos y del número de huevos por puesta.

Estas son algunas conclusiones de un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicado en la revista Evolution, el cual analiza la evolución de las formas reproductivas de los anfibios y el paso de la puesta de huevos del medio acuático al terrestre.

"Los anfibios presentan la mayor variedad de formas de reproducción de entre todos los vertebrados terrestres", ha asegurado en una nota de prensa el investigador Iván Gómez-Mestre, de la Estación Biológica de Doñana.

En este trabajo se demuestra que los anfibios ancestrales ya se reproducían por huevos acuáticos que daban lugar a renacuajos, tal y como siguen haciendo más de la mitad de las especies de ranas hoy en día.

"Se trata de un sistema que se ha mantenido durante más de 200 millones de años", ha remachado.

La otra mitad, la que no ha mantenido el medio acuático para la puesta de huevos, ha experimentado múltiples evoluciones independientes, y algunas especies han alcanzado el desarrollo directo, en el que desaparece la fase renacuajo.

"Estudiar estos cambios en las formas de reproducción es importante, entre otras cosas porque el resto de los vertebrados terrestres (reptiles, aves y mamíferos) evolucionó a partir de algún grupo de anfibios con desarrollo directo", según Gómez-Mestre.

Según este estudio, el desarrollo directo, en el que del huevo terrestre nace directamente una rana o un sapo, ha evolucionado desde la condición acuática a la terrestre tanto pasando por estados intermedios como de un solo salto.

El equipo responsable de este trabajo ha demostrado que el paso a la tierra llevó asociado un aumento del tamaño del huevo, posiblemente para reducir el riesgo de desecación.

"Existe un equilibro en la inversión reproductiva, de forma que si aumenta el tamaño de los huevos, cada hembra pone un menor número de ellos", ha apunta Gómez-Mestre.

El hecho de que hembras más pequeñas pusieran huevos más grandes forzó asimismo una reducción de la puesta y favoreció la aparición de los cuidados parentales.

A pesar de todo, aclaran en el artículo, los distintos modos de reproducción en anfibios siguen siendo dependientes del agua en gran medida.

Asimismo, Gómez-Mestre, ha detallado: "las distintas formas de reproducción pueden haber jugado un papel importante a la hora de establecer los patrones de distribución geográfica de las especies".

Y es que el desarrollo directo en las especies de anfibios más terrestres requiere mucha humedad (climas tropicales y subtropicales).

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