El reconstruido planetario de Moscú se prepara para su inauguración

  • Moscú.- "Proletaria, proletario, id a ver el planetario", escribía hace poco más de ochenta años el poeta soviético Vladímir Mayakovski, al invitar a los moscovitas a ese templo de la astronomía, que hoy se prepara para iniciar una nueva vida.

El reconstruido planetario de Moscú se prepara para su inauguración
El reconstruido planetario de Moscú se prepara para su inauguración

Moscú.- "Proletaria, proletario, id a ver el planetario", escribía hace poco más de ochenta años el poeta soviético Vladímir Mayakovski, al invitar a los moscovitas a ese templo de la astronomía, que hoy se prepara para iniciar una nueva vida.

Tras permanecer cerrado durante 16 años, el ahora reconstruido planetario de Moscú se alista para su inauguración, que tendrá lugar el 12 de junio próximo y que será, sin duda, todo un acontecimiento en la vida de la capital rusa.

Obreros, decoradores y especialistas en informática y en iluminación dan los últimos retoques a las nuevas instalaciones del planetario, cuya reconstrucción ha requerido inversiones por más de cien millones de dólares.

El histórico edificio constructivista de cúpula aguzada abrió por primera vez sus puertas al público el 23 de septiembre de 1929, para sorprender a una población que vivía las penurias que siguieron a la guerra civil entre "rojos" y "blancos".

Los llamamientos de Mayakovski no hacían falta: las colas que hacían los soviéticos para atisbar en las profundidades del universo eran comparables con las que se formaban ante el mausoleo de Lenin, el líder de la revolución bolchevique.

Entre 1960 y 1975 precisamente en el planetario moscovita los aspirantes a cosmonautas asistían a conferencias de astronavegación.

"El camino a (el cosmódromo de) Baikonur comenzó aquí", afirmó el cosmonauta soviético Alexéi Léonov, el primer hombre que realizó una "caminata espacial", en una conferencia dictada en el planetario.

La carrera por la conquista del espacio insufló nueva vida al planetario, que en la década de 1970 llegó a recibir anualmente a más de un millón de visitantes.

Para ampliar el histórico edificio y dotarlo de tres niveles, los ingenieros elevaron seis metros la antigua planta baja sobre la cual se asienta la cúpula, de una superficie interior de 1.000 metros cuadrados y sobre la cual un proyector de última generación mostrará imágenes de gran resolución.

La reconstrucción del planetario ha permitido aumentar su superficie en casi seis veces, hasta los 17.000 metros cuadrados.

Las tres plantas que, además del planetario, albergan dos museos, uno de ellos interactivo, cafeterías y una plaza astronómica, con el mayor reloj solar vertical de Europa, están unidas por un espacio abierto donde se encuentra instalado un péndulo de Foucault.

Su cuerda, de 16 metros, está fijada en la cúspide de una pirámide situada en el techo del edificio, y su plomada, de 50 kilogramos, oscila sobre un círculo graduado de seis metros de diámetro y muestra cómo la Tierra gira sobre su eje.

El museo del planetario guarda numerosas piezas históricas, entre ellas el enorme globo terráqueo que tenía en su despacho Lavrenti Beria, el jefe del temible NKVD, el Ministerio del Interior durante la época de la dictadura de Iósif Stalin.

Según la gerencia del planetario, sus remozadas instalaciones están calculadas para recibir a más de un millón y medio de visitantes al año y se espera que el 80 por ciento de ellos sean niños.

El precio de la entrada fluctuará entre los 350 y 500 rublos (12 y 17 dólares, respectivamente) y habrá un amplio sistema de descuentos.

"No hay en Rusia un centro de divulgación científica mejor dotado técnicamente que nuestro planetario", dice a Efe Oxana Máltseva, directora artística del planetario.

Inicialmente, la idea era inaugurar el planetario el 12 de abril, el mismo día en que se cumplen cincuenta años de la hazaña de Yuri Gagarin, el primer hombre en volar al espacio, pero se optó por esperar a que concluyan todos los trabajos para recibir al público en plena forma.

"Tenemos previsto revivir la tradición de los círculos de astronomía, que comenzaron a funcionar en el planetario en 1934 y que formaron toda una pléyade de destacados científicos, físicos astrónomos e ingenieros", explica Máltseva.

Muchos de ellos, añade, "amaron y llegaron a la cosmonáutica precisamente gracias al planetario".

Mostrar comentarios