El pequeño panel, que queda expuesto a la luz al abrir el libro, es capaz de proporcionar energía para mantener un e-book funcionando o para completar la carga de la batería si se deja expuesto a la luz del sol durante cuatro o cinco horas.
La idea es bastante buena porque en un mundo ideal el panel solar mantendría la autonomía del lector de libros electrónicos sin depender de un enchufe para recargarlo. Sin embargo, la eficiencia de los paneles solares es actualmente demasiado baja: sólo convierten en electricidad entre un 10 y un 20 por ciento de lo que podrían obtener en relación a la energía solar recibida.
En el caso del panel de LG la conversión de energía apenas es de un 10 por ciento, aunque el fabricante coreano espera incrementar esta cifra progresivamente a un 14 por ciento en 2012, lo que ya haría viable su comercialización.
El prototipo funcional se presentó en el IMID (International Meeting on Information Display) colocado en el interior de la funda de un e-book de Sony. El panel tiene unos pocos milímetros de grosor, con lo cual no impide que la funda original cierre y apenas supone 20 gramos de peso adicional.
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