La arena y el polvo provocados por las tormentas del desierto en el norte de África han provocado que la nieve en el este de Europa se vuelva anaranjada, transformando las regiones montañosas en paisajes parecidos a los de Marte.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha difundido una imagen captada por Copernicus Sentinel-2A en Libia, el 22 de marzo, que muestra el polvo sahariano que sopla hacia el norte a través del mar Mediterráneo.
Levantado en la atmósfera, el polvo fue llevado por el viento y arrastrado a la superficie del este de Europa bajo la lluvia y la nieve, llegando a lugares tan lejanos como Grecia, Rumanía, Bulgaria y Rusia.
Mientras que la nieve teñida de naranja desconcertó a los esquiadores, los meteorólogos aseguran que este fenómeno ocurre cada cinco años, según indica la ESA.
En distintas partes de Europa
Antes de llegar a Rusia, el polvo sahariano en suspensión ya se dejó ver en otras partes de Europa. Por ejemplo en Creta (Grecia), donde el cielo se tiñó de una naranja fosforescente.
Las consecuencias de este polvo son variadas, según explica el portal eltiempo.es. Por un lado, son beneficiosas como fertilizador para la agricultura y pesca en zonas donde estas partículas se depositan. En el año 2007 se registró una nevada rojiza causada por una tormenta que levantó polvo del desierto de Kazajistán. El olor fue entonces insoportable, ya que tuvo como origen una región industrial y estaba contaminado con hierro, ácido y nitratos.
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