Estudio sociológico detecta "sobrevaloración institucional" del flamenco

  • El flamenco tiene una "sobrevaloración institucional", especialmente en Andalucía, desde los años noventa, según las conclusiones del estudio "Flamenco y poder. Un estudio desde la sociología del arte", del sociólogo Francisco Aix Gracia, editado por la Fundación de la Sociedad General de Autores (SGAE).

Sevilla, 26 sep.- El flamenco tiene una "sobrevaloración institucional", especialmente en Andalucía, desde los años noventa, según las conclusiones del estudio "Flamenco y poder. Un estudio desde la sociología del arte", del sociólogo Francisco Aix Gracia, editado por la Fundación de la Sociedad General de Autores (SGAE).

El flamenco, en lo institucional, actúa "como la lengua vernácula que Andalucía no tiene" desde hace casi treinta años, según ha señalado Aix en la presentación de su libro, fruto de una anterior tesis doctoral, en un acto incluido en el programa de la Bienal de Flamenco de Sevilla, que se celebra hasta el 5 de octubre.

Por estas razones, el flamenco ha sufrido un proceso de "museificación" en detrimento de la libertad y de la autonomía artística que pudo caracterizarlo hasta los años ochenta, por lo que, también en el plano institucional, "funciona como emblema", según las conclusiones de Aix, quien ha dedicado los últimos catorce años a esta investigación.

La identidad cultural andaluza se ha basado, según el sociólogo, en su potente patrimonio arquitectónico y en el flamenco, con preeminencia de éste último.

Estas circunstancias han llevado a que "se produzca una festivalización de la cultura" también "como reclamo turístico" y ha provocado una "escisión entre esta gran cultura y la cultura de base", que era la que caracterizó al flamenco promovido y programado por las peñas hasta los años ochenta y la consiguiente pérdida del protagonismo de la sociedad civil en este ámbito.

Todo esto es lo que Aix ha denominado el "efecto perverso" que ha tenido que las instituciones públicas hayan incorporado el flamenco a sus programaciones.

El sociólogo, que ha admitido que su estudio posee "una fuerte impronta sociológica", ha distinguido dos etapas, determinadas por la influencia del cantaor y estudioso del flamenco Antonio Mairena.

Estas etapas serían una "mairenista", desde los años cincuenta hasta la década de los ochenta, y otras posmanierista desde los noventa hasta la actualidad, momento en el que también ha hablado de "flamenco global".

El mairenismo, que supuso una indudable revitalización del flamenco, se distinguió sin embargo por considerar la pureza como único valor, hasta extremos dogmáticos.

En aquel entonces hubo un "desdén por la comercialidad" y se produjo "un rechazo de los grandes públicos", todo ello inspirado por Mairena, quien, ha recordado Aix, siempre consideró que "había que educar al público y no darle lo que quería", además de que se trató de un cantaor que "defendía el arte por el arte".

La investigación de Aix ha merecido el Premio a la mejor tesis doctoral de la Fundación Autor y el Segundo Premio de Investigación Cultural Marqués de Lozoya, del Ministerio de Cultura.

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