Google Earth certifica la fragmentación de Android

Google Earth certifica la fragmentación de Android
Google Earth certifica la fragmentación de Android
Nacho / Microsiervos

Google Earth permite recorrer el mundo en un entorno tridimensional con imágenes reales de las superficie tomadas por aviones y satélites. Esto significa que, además de ser una aplicación espectacular e interesante, exige ciertos requisitos de hardware -sea en un ordenador o en un teléfono- para funcionar.

Aunque irónicamente ha existido una versión de Google Earth para iPhone casi desde el principio, hasta ahora no lo había para teléfonos con el sistema operativo de Google Android. Esto era debido a que el hardware o las características de los teléfonos que incorporaban las primeras versiones de Android no eran lo suficientemente potentes para ejecutar este programa, especialmente en lo que al rendimiento gráfico y soporte 3D se refiere.

Como reconocen desde Google, lo anterior ha cambiado desde la llegada del Nexus One, el teléfono Android comercializado directamente por Google y uno de los más potentes que se comercializan con esta plataforma, junto con el Motorola Droid.

El de Google dispone de aceleración de gráficos 3D, cuenta con una pantalla de mayor resolución (480 x 800 píxeles) y un potente procesador de 1 GHz, casi el doble de velocidad de lo que venía siendo habitual en los primeros Android, como los HTC Magic, Dream o Hero. También lleva la versión 2.1 del sistema operativo, mientras que la inmensa mayoría aún está utilizando las versiones 1.5 y 1.6.

La disponibilidad de Google Earth queda por tanto determinada por el terminal que se utilice y por el sistema operativo, a pesar de que actualmente los modelos Android con la versión 2.0 o 2.1 se pueden contar con dos dedos, al menos hasta la llegada de nuevos modelos como por ejemplo los HTC Desire y Legend.

Esta nueva diferenciación entre dispositivos y versiones de Android -como ya sucediera con el reconocimiento de voz o la función de navegador GPS- vuelve a evidenciar la fragmentación del sistema operativo para móviles de Google.

La dependencia de nuevas versiones al lanzamiento de nuevos teléfonos deja en la cuneta a la mayoría de los usuarios, que ven cómo resulta imposible –o al menos muy complicado- actualizar el software si no es cambiando de hardware; para los programadores supone además un obstáculo para el desarrollo de aplicaciones, las cuales pueden funcionar o no en la cada vez más compleja combinación de modelos y marcas de terminales con distintas versiones de Android -que no son plenamente compatibles entre sí-, e incluso versiones de versiones habida cuenta de que la disponibilidad de ciertas características además dependen del idioma o del país en el que se encuentra el usuario.

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