Hexbug: las simpáticas microcriaturas robóticas que se comportan como cucarachas

  • Estos pequeños insectos robóticos de precio asequible son un divertido entretenimiento con algo de tecnología para reaccionar ante estímulos del exterior.
HexBug, pequeños robots con aspecto de insecto
HexBug, pequeños robots con aspecto de insecto
Alvy / Microsiervos
Alvy / Microsiervos

Los HexBug son pequeñas criaturas robóticas que también han ido evolucionando como sus congéneres del mundo animal. Al modelo original, que recordaba un poco a una cucaracha, pero en vivos colores, le siguieron otros con forma de arañas, hormiga, cangrejo… y ahora llega un nuevo modelo llamado Nano que promete comportarse de forma más similar a los insectos.

Estos pequeños chismes se venden por unas 10 libras (unos 11 euros) y suelen están disponibles en varios colores en las jugueterías y algunas tiendas de electrónica. Las versiones básicas reaccionan a la luz y el sonido: mueven sus patas gracias a la energía de una batería en su interior (como las de los relojes) y el único control de que disponen es el botón de encendido y apagado. Dan vueltas y vueltas por el suelo y las mesas, reaccionando ante los objetos y los chasquidos fuertes. El modelo con forma de araña (InchWorm) tiene un pequeño mando a distancia: se pueden controlar hasta dos de ellos a la vez, para montar pequeñas batallas entre seres robóticos. El que parece un cangrejo tiende a esconderse de la luz y también reacciona ante los sonidos, mientras que el de forma de hormiga simplemente rebota contra los obstáculos.

El nuevo modelo, que no estará a la venta hasta después de navidades, se llama HexBug Nano y que tiene tal parecido en su comportamiento con las cucarachas que incluso resulta un poco… asquerosillo. Está diseñado de modo que es capaz de darse la vuelta sobre sí mismo de diversas formas, para no quedar nunca atrapado. Se pueden juntar varios de ellos para crear pequeñas comunidades de aspecto más realista, chocando unos contra otros de forma frenética, o hacerles atravesar laberintos y otros obstáculos. Tienen ese extraño encanto de los juguetes medio simpáticos medio repelentes, con el toque tecnológico que no puede faltar hoy en día.

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