Hoy no se conoce mucho más del cerebro que con Ramón y Cajal, según experto

  • Niels Birbaumer, pionero en las neuroprótesis que posibilitan la comunicación de personas con parálisis cerebral, ha sido hoy investido doctor honoris causa por la Complutense, un científico que asegura que sobre el cerebro se conoce hoy algo más que cuando Ramón y Cajal, pero "no mucho más".

Madrid, 27 ene.- Niels Birbaumer, pionero en las neuroprótesis que posibilitan la comunicación de personas con parálisis cerebral, ha sido hoy investido doctor honoris causa por la Complutense, un científico que asegura que sobre el cerebro se conoce hoy algo más que cuando Ramón y Cajal, pero "no mucho más".

Birbaumer es director del Instituto de Psicología Médica y Comportamiento Neurobiológico de la Universidad de Tübingen (Alemania) y, en declaraciones a Efe, afirma sentirse muy satisfecho por esta mención de la Universidad Complutense de Madrid.

Lleva casi 15 años estudiando el desarrollo de aplicaciones clínicas basadas en sistemas de comunicación Brain Computer Interface (interfaz cerebro-máquina), que traducen las intenciones del paciente a partir de señales eléctricas cerebrales en órdenes que son ejecutadas e interpretadas por un ordenador.

Gracias a estos sistemas, aún excesivamente caros, los enfermos con parálisis cerebral, por ejemplo, pueden interactuar con su entorno únicamente mediante su actividad cerebral.

Esto ha permitido, según los estudios de Birbaumer, que personas con parálisis cerebral o pseudocoma "rompan su silencio" tras años de incomunicación y puedan escribir a sus familiares.

A través de este método, explica este investigador, es como ha conseguido que pacientes paralizados con diversas patologías hayan llegado a traducir sus pensamientos en palabras, letra por letra.

Y es que mediante el análisis de las corrientes magnéticas que genera el cerebro como respuesta ante determinados estímulos se puede producir una comunicación con estos pacientes (al escuchar o ver la letra que necesitan para la construcción de una palabra se produce una onda cerebral que a su vez provoca una corriente eléctrica, que queda registrada en el ordenador).

Se trata de un método lento ya que el paciente va viendo todo el abecedario hasta que encuentra la letra que quiere.

Según este psicólogo, los enfermos tardan un minuto en seleccionar cada letra, pero, asevera, se pueden comunicar.

Esta técnica, que no tiene resultados en personas con coma severo, también se puede aplicar en pacientes de esclerosis lateral amiotrófica avanzada (enfermedad degenerativa que padece Stephan Hawking).

Las técnicas de Brain Computer Interface permiten, entre otros, que los enfermos muevan su mano.

El futuro pasa, según Birbaumer, por los implantes cerebrales, todavía demasiado peligrosos por las infecciones que causan.

"Esperamos el desarrollo de pequeños electrodos e implantarlos en pequeños agujeros en el cerebro", apunta.

Birbaumer continúa estudiando con estas técnicas, que además han abierto investigaciones en otros ámbitos, como el tratamiento de niños hiperactivos e, incluso, el desarrollo de vídeojuegos.

Para este científico, sobre el cerebro se conoce "algo más" que lo que sabía el médico y Nobel español Santiago Ramón y Cajal.

"Sabemos algo más pero no mucho más y lo conocemos por las nuevas tecnologías, gracias a las cuales entendemos mucho mejor al cerebro", aclara Birbaumer, quien no cree que se hayan producido "cambios fundamentales" desde las teorías de Ramón y Cajal.

Asimismo, subraya que si bien existe buena tecnología ésta es excesivamente cara para su aplicación a pacientes.

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