"Interstellar": espectacular puesta en escena para una historia tradicional

  • "Interstellar", uno de los títulos más esperados de la temporada cinematográfica, es tan brillante y espectacular en su puesta en escena como tradicional en su contenido, con una pretendida profundidad moral que choca con el rigor científico que también propone.

Alicia García de Francisco

Redacción Cultura, 6 nov.- "Interstellar", uno de los títulos más esperados de la temporada cinematográfica, es tan brillante y espectacular en su puesta en escena como tradicional en su contenido, con una pretendida profundidad moral que choca con el rigor científico que también propone.

Las imágenes espaciales que ofrece Christopher Nolan son sin lugar a dudas apabullantes y bellísimas, con unos escenarios que envuelven con desolación la actividad de unos hombres a la búsqueda de la salvación del planeta.

Porque el punto de partida de esta historia es un futuro cercano en el que una plaga que se manifiesta con tremendas tormentas de arena, amenaza con destruir todos los cultivos y provocar así una hambruna que acabaría con toda la población.

Matthew McConaughey interpreta con fuerza a Cooper, un ingeniero reciclado en granjero y que cree firmemente en la ciencia, algo que intenta transmitir a sus hijos, especialmente a Murph, su hija de diez años.

La relación padre/hija es uno de los vértices de una película a medio camino entre la ciencia ficción y el melodrama, narrada con la precisión habitual de Nolan ("The Dark Knight" o "Memento"), que presta atención hasta al más mínimo detalle.

Lo que hace que cada plano sea perfecto en sí mismo y la conjunción de todos ellos fluya con la intensidad necesaria en cada momento, lo que permite que sus casi tres horas de metraje se dejen ver con facilidad.

A ese preciosismo estético le acompañado una música de connotaciones clásicas compuesta por Hans Zimmer, lo que contribuye aún más a establecer similitudes con "2001: A Space Odyssey", de Stanley Kubrick.

Pero los parecidos se quedan en el continente, porque "Interstellar" no tiene ni un ápice del cinismo o la crítica que contenía la cinta de Kubrick.

Más bien al contrario, la historia peca de grandilocuente en su defensa del ser humano y de las familias, que es de lo que realmente trata la película, aunque eso sí, con la base científica de la física teórica, que apunta a la existencia de más dimensiones espacio-temporales.

Es esa parte científica, aún compleja y difícil de entender, la que mejor funciona en "Interstellar", con sus escenarios planetarios e interestelares bellos y dramáticos, que permiten algunas de las secuencias más interesantes.

Es más endeble lo que se refiere a la relación padre-hija en ese futuro en el que los espacios se mezclan. Y ello pese a que Jessica Chastain, como la hija que supera al padre en todo -incluso en edad-, realiza un estupendo papel.

Menos brillante está Anne Hathaway, a la que parece pesar el traje espacial que se tiene que enfundar para acompañar a McConaughey en su viaje espacial.

Matt Damon, Michael Caine, Casey Affleck, Wes Bentley, John Lithgow o Topher Grace son otros de los actores conocidos que participan en esta película que llega mañana a los cines de todo el mundo.

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