Investigadores del Sarmiento lanzará 12 robots al mar, que se sumarán a los 3.200 existentes

  • Madrid.- Los investigadores a bordo del Sarmiento de Gamboa han lanzado ya tres de las doce boyas "robóticas" que tienen previsto sumergir en el Atlántico para medir la salinidad, presión y temperatura del agua, dispositivos de los que hay más de 3.200 repartidos por mares y océanos y que tienen una vida útil de tres años.

Investigadores del Sarmiento lanzará 12 robots al mar, que se sumarán a los 3.200 existentes
Investigadores del Sarmiento lanzará 12 robots al mar, que se sumarán a los 3.200 existentes

Madrid.- Los investigadores a bordo del Sarmiento de Gamboa han lanzado ya tres de las doce boyas "robóticas" que tienen previsto sumergir en el Atlántico para medir la salinidad, presión y temperatura del agua, dispositivos de los que hay más de 3.200 repartidos por mares y océanos y que tienen una vida útil de tres años.

Se trata de hacer una fotografía a los 2.000 primeros metros del océano Atlántico y de arrojar luz sobre su importancia en el clima.

Eugenio Fraile-Nuez, del Instituto Español de Oceanografía (IEO) y coordinador del bloque de física del Sarmiento de Gamboa -en el que se encuentra a bordo rumbo a Santo Domingo-, ha explicado a Efe que el lanzamiento de la primera de estas boyas, llamadas perfiladores langrangianos Argo, se produjo el pasado 1 de febrero, a 140 millas náuticas al suroeste de El Hierro.

En total se arrojarán al mar 12 desde el Sarmiento -hoy previsiblemente se lanzará la cuarta- y otros seis desde el Hespérides, buques ambos de la expedición de circunnavegación Malaspina 2010, organizada por el CISC.

Fraile-Nuez, quien ha puntualizado que además se sumergirán otros dos fuera de Malaspina, uno cerca de Canarias y otro en el Golfo de Vizcaya, ha detallado que esto forma parte del proyecto Argo, en el que España participa, a través del IEO, desde 2002.

El objetivo de este programa, en el que colaboran más de 30 países, es proveer de una descripción cuantitativa del estado de los 2.000 metros más superficiales del océano cada diez días.

La red Argo sería el análogo oceánico de la de los sondeos atmosféricos que varias veces al día se realizan desde miles de estaciones meteorológicas y que permiten predecir el tiempo.

Las citadas boyas de color amarillo miden 1,70 metros y envían los datos recogidos vía satélite, que se ponen en tiempo presente a disposición no solo de los investigadores de Argo, sino de cualquier persona que lo desee.

Estas boyas se hunden hasta los 2.000 metros, aunque primero realizan una parada de "descanso" a los 1.500 metros.

Permanecen nueve días a la deriva y al décimo bajan hasta los 2.000 para luego durante seis horas ascender hasta la superficie midiendo en el camino la temperatura, presión y salinidad.

Los datos son enviados por satélite desde la superficie, disponiéndose en tiempo presente de los campos de temperatura y salinidad de las capas superiores e intermedias de los océanos: se obtiene una imagen del estado del océano cada diez días.

En concreto, ha especificado Fraile-Nuez, los perfiladores que se arrojarán desde el Sarmiento estudiarán la variabilidad del transporte de masa y la temperatura y salinidad en el Atlántico Norte, en el paralelo 24,5ºN, justo por el que navega el buque español.

Fraile-Nuez, quien junto a Pedro Vélez, también del IEO, es responsable de este proyecto en España, ha manifestado que la vida media de cada boya es de tres años y en la actualidad existen unas 3.200 desplegadas por todos los océanos y mares.

Estos perfiladores (España ha sumergido 56) están diseñados, según este científico, para que una vez finalizada su batería de litio, "nada contaminante", se hundan hasta el fondo del océano y se compriman por completo.

"Encontrar el residuo dejado por una de estas boyas es como encontrar una caja de zapatos en la península Ibérica", ha remachado.

Esta es una de las funciones del Sarmiento, que el pasado 27 de enero zarpó desde Las Palmas de Gran Canaria.

Los investigadores, asimismo, ya han comenzado a recoger las primeras muestras y realizar los primeros análisis de agua.

El objetivo es comparar los datos con los de otras misiones desde 1957.

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