La esfera de Dyson: ¿Es la primera señal extraterrestre encontrada por humanos?

    • La estructura, pensada para generar energía a partir de la luz solar, encerraría una estrella.
    • La estrella KIC 8462852 es la primera que ha levantado sospechas sobre la existencia de esta hipotética construcción.
Un anillo de Dyson es la forma más sencilla, teóricamente, de aprovechar la energía de una estrella. (Wikipedia)
Un anillo de Dyson es la forma más sencilla, teóricamente, de aprovechar la energía de una estrella. (Wikipedia)

Es más que probable que todo el revuelo causado alrededor de la extraña luz que emite la estrella KIC 8462852 termine en agua de borrajas, con el descubrimiento de algún fenómeno cósmico desconocido hasta el momento. Pero la noticia de que la estrella, descubierta por el telescopio Kepler, emite señales que no se corresponden a ningún evento conocido, ha levantado todo tipo de teorías acerca del extraño, y gigante, objeto que orbita la esfera.

Entre los científicos se suceden las teorías: puede ser polvo o una concentración de asteroides y la respuesta que todos consideran más probable es que se trate de un fenómeno desconocido hasta la fecha por el ser humano y que estamos presenciando por vez primera. Un caso similar se produjo con el descubrimiento del primer pulsar, en 1967, y que se confundió con una señal extraterrestre ya que estos cuerpos emiten señales muy cortas y en periodos regulares de tiempo, lo que podía significar que una inteligencia extraterrestre estaba enviando un mensaje.

Pero es la esfera de Dyson la teoría más rimbombante de las que se han puesto sobre la mesa para explicar por qué la luz de la estrella KIC 8462852 se atenúa revelando la presencia de un objeto de grandes dimensiones a su alrededor. Para conocer el origen de la esfera de Dyson hay que viajar en el tiempo hasta 1960, momento en el que el físico Freeman Dyson publicó un trabajo llamado "Búsqueda de fuentes estelares artificialesde radiación infrarroja".

La base de la teoría en la que se basa Dyson se encuentra en el consumo energético de la humanidad. Un consumo que, desde la revolución industrial, se ha multiplicado de manera exponencial. Ese consumo era de 54.335 teravatios por hora en 1973y en 2012 había aumentado hasta los 104.426. Y la cifra no va a decrecer, al contrario. En su búsqueda por satisfacer todas sus necesidades energéticas, una civilización consumirá todos los recursos naturales de un planeta para mantener su consumo energético. Esta teoría, formulada por el astrofísico ruso Nikolai Kardashov en 1964, englobaba una civilización de este tipo dentro de un grupo llamado Tipo 1. Según Kardashov, es un estado al que la Humanidad no tardará en llegar. Vaya por delante que la previsión de Kardashov se hizo 51 años atrás y que el ser humano todavía tiene margen de mejora en la explotación de los recursos del planeta.El Sol, el próximo objetivo

Consumidos todos los recursos naturales, el ser humano necesitará una nueva fuente de energía que explotar. Habida cuenta de que, por el momento, la Luna, Marte o Venus no podrían satisfacer las necesidades de consumo de una sociedad que necesitará la energía para mantener su modo de vida, es el sol la fuente de energía más cercana y más potente a la que acudir. Según Kardashov, la civilización que dé el salto del Tipo 1 al 2 lo hará en el momento en el que consiga controlar todas las emisiones del sol para utilizarlas en beneficio propio. Es en ese momento en el que entra en juego la esfera de Dyson, que el científico predijo en 1960.

La esfera está pensada para recoger toda la energía proveniente de una estrella y encerrar su luz para siempre. Sobre el papel, es una idea más cercana a la ciencia ficción de Star Trek que un proyecto viable. De hecho, la serie incluyó una esfera de Dyson en 1992, en el cuarto capítulo de la sexta temporada, tal y como se puede apreciar bajo estas líneas. ¿Cómo se capta toda la energía de una estrella? Construyendo una estructura que la rodee y que, gracias a paneles solares, sea capaz de convertir en electricidad toda la radiación que desprende.

La construcción de una esfera de Dyson implica muchos problemas logísticos y el mismo Dyson no era ajeno a ellos. Para construir una estructura de semejante calibre sería necesario tal cantidad de material que se calcula que ni con el uso de todos los planetas, satélites y cometas del sistema solar sería suficiente. Hay quien cifra una esfera de Dyson construido con todo ese material que sólo tendría un grosor de 15 centímetros.

La propia gravedad solar sería otro problema al construir la esfera: muy cerca, y la estructura acabará engullida por el astro rey, muy lejos, y la cantidad de material necesario para construirla hará imposible la tarea. Es aquí donde entra en juego la teoría que encaja con el descubrimiento de la estrella KIC8462852 y que asegura que una solución a medio camino pasa por la construcción de una estructura alrededor de la estrella que no la rodee por completo pero que permita recoger la energía suficiente. Una nube o anillo de Dyson. ¿Por qué encaja con lo obsevado en la estrella que se encuentra a 1.500 años luz de la Tierra? Porque la luz que ha recogido el telescopio Kepler presenta una intermitencia propia de un objeto que deja pasar la luz de la estrella pero que la tapa con frecuencia.

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