La fiscalía no actuará en España contra Google por la captura de datos de redes Wi-Fi

  • Esto no quita para que acusaciones particulares o en otros países no puedan seguir adelante con el caso
Wicho / Microsiervos

Hace unos meses saltó la noticia de que los coches que recogen los datos para el servicio Street View de Google no sólo se dedicaban a hacer fotografías y tomar modelos en 3D del entorno y edificios mediante láseres de baja potencia, sino que también recogían datos de las redes Wi-Fi que se iban encontrando.

Aparte de la polémica a causa de las fotos en sí, que en ciertos países ha supuesto que se pida la prohibición del servicio, o que en su momento obligó a Google a desarrollar un algoritmo que automáticamente difumina caras y matrículas, el problema con las redes Wi-Fi surgió de que Google por lo visto tomaba más información de la estrictamente necesaria.

Así, además de datos públicamente disponibles como el nombre de la red y su ubicación geográfica, registrada mediante GPS, parece ser que en algunas ocasiones los coches de Google también capturaban algo del tráfico que pasaba por esas redes.

Capturar el nombre de la red y su ubicación permitiría, con la autorización del usuario, tanto saber la ubicación geográfica de este, como el poder elaborar un mapa de redes Wi-Fi abiertas, pero capturar tráfico de esta es difícilmente justificable.

Google en su momento lo atribuyó a un error en el uso del software que utilizaban para monitorizar redes, al no caer en la cuenta de que también capturaba estos datos, llegando incluso a parar su flota de vehículos mientras se aseguraba de que se desactivaba esta función y asegurando que borrarían estos datos, que no son de utilidad para ellos.

Esto, de todos modos, no sirvió para evitar que se presentaran unas cuantas denuncias en diversos países.

En el caso concreto de España el Gobierno ordenó a la Fiscalía de Guipúzcoa, que cuenta con uno de los doce fiscales especializados en delincuencia informática del país, que se encargara del caso.

Esta Fiscalía abrió diligencias para esclarecer el alcance de los hechos y poder comprobar si había habido delito o no, pero según acaba de saberse, ha decidido archivar las actuaciones porque estima que “el carácter aleatorio, indiscriminado y fragmentario de la técnica utilizada por los automóviles de Google Street View impide que se haya obtenido información que, per se, suponga el descubrimiento de secretos o la vulneración de la intimidad que exige el tipo penal”.

Esto, de hecho, viene a coincidir con lo que defendía Google en su momento, pues afirmaba que los datos que se habían recogido de cada red eran de apenas unos segundos al tratarse de un vehículo en movimiento y de un equipo que está continuamente cambiando de canal.

Es también fundamental a la hora de haber tomado esta decisión que la Fiscalía no haya descubierto tratamiento automatizado alguno de los datos que permita extraer información de estos; en caso de que sí lo hubiera habido la decisión probablemente habría sido muy otra.

Con esta decisión, Google puede respirar un poco más tranquila en lo que se refiere a este caso desde el punto de vista penal, aunque por supuesto no quita para que se puedan presentar denuncias por parte de particulares, o para que en otros países el caso siga adelante.

E incluso en España la Agencia de Protección de Datos pude decidir aún actuar contra Google, pues el archivo de las diligencias ha sido "sin perjuicio de responsabilidades administrativas".

Mostrar comentarios