Se cumplen 100 años del día que Albert Einstein explicó las ecuaciones definitivas de su teoría de la relatividad en una conferencia ante la Academia Prusiana de Ciencias, en Berlín. Tras casi una década de trabajo tratando de compatibilizar su teoría especial de la relatividad con la fuerza gravitatoria. Su presentación se publicó el mismo 25 de noviembre de en las Actas de la Academia Prusiana de Ciencias.
La formulación de su teoría es un sistema de diez ecuaciones, aunque se puede escribir de manera unificada utilizando solo una: Rμν -1/2 gμν R = 8πG Tμν . La distribución de su ecuación original era ligeramente distinta pero totalmente equivalente a esta.
Para entender esta teoría hay que partir de la formulada anteriormente por Newton. La ley de Newton decía que una masa, por ejemplo la Tierra, crea un campo gravitatorio, que a su vez ejerce una fuerza que controla el movimiento de otras masas, desde la Luna hasta una manzana.
La teoría de Einstein cambia completamente el concepto de qué es y cómo actúa la gravedad. Por un lado, en la de Einstein se sustituye la noción de gravedad por curvatura espacio-tiempo. Por otro lado, unifica en una ecuación las dos leyes básicas de la teoría de Newton. Sin duda alguna "la eliminación de la gravedad como una fuerza 'real' es el elemento más revolucionario de la relatividad general".
La relación entre la relatividad general y los agujeros negros es que la curvatura (o gravedad) es creada por cuerpos masivos como el Sol, la Tierra, las estrellas y estos estos cuerpos que ninguno de ellos dos llegarían a conocer: los agujeros negros, pozos absolutos más fantásticos que la más delirante creación de la imaginación humana.
Los agujeros negros también "enfrentan" a la relatividad y a la física cuántica. Con un ejemplo simple: imagina que se cae tu móvil en un agujero negro. ¿Existe la posibilidad, por muy remota que sea, de que recuperemos la información que había en ellos? Por un lado, la teoría de Einstein dice que no, cuando algo ha cruzado el horizonte de un agujero negro es imposible recibir ninguna señal suya. Y por otro lado, la mecánica cuántica dice que la información nunca se puede perder, se puede deteriorar muchísimo, como si quemamos el móvil, pero en principio siempre sería posible extraerla de nuevo. Esta contradicción entre ambas teorías se conoce como la paradoja de la pérdida de información en los agujeros.Aplicación práctica de la relatividad general
Para entender la aportación de Einstein a la vida diaria basta con dejarse guiar por un navegador GPS. Este tiene en cuenta el efecto, pequeñísimo pero medible, que la curvatura del espacio-tiempo tiene sobre la señal que el aparato recibe de los satélites. Sin él nuestros coches acabarían en un destino equivocado.
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