Los bueyes serranos, en peligro de extinción al perder utilidad como animales de tiro

  • Quintanar de la Sierra (Burgos).- Los bueyes serranos, que se encuentran en la zona de la sierra de la Demanda y el Urbión, en las provincias de Burgos y Soria, están a punto de desaparecer al perder su utilidad como animales de tiro, según el presidente de la Real Cabaña de Carreteros, Antonio Martín Chicote.

Los bueyes serranos, en peligro de extinción al perder utilidad como animales de tiro
Los bueyes serranos, en peligro de extinción al perder utilidad como animales de tiro

Quintanar de la Sierra (Burgos).- Los bueyes serranos, que se encuentran en la zona de la sierra de la Demanda y el Urbión, en las provincias de Burgos y Soria, están a punto de desaparecer al perder su utilidad como animales de tiro, según el presidente de la Real Cabaña de Carreteros, Antonio Martín Chicote.

En declaraciones a Efe, Martín Chicote ha explicado que los bueyes serranos son fruto del esfuerzo del hombre durante siglos para contar con una raza de montaña a temperaturas bajas extremas y con temporadas de poco pasto, dada la dureza del invierno en la zona.

Se trata de animales que tienen mucho músculo para tirar de carretas o sacar grandes troncos de esta zona de pinares por arrastre y que son muy delgados.

Sin embargo, "lo que era una virtud cuando eran necesarios para el tiro se ha convertido en su principal amenaza porque no son adecuados para la producción de carne, que podría ser una nueva utilidad", dado que hay otras razas europeas que son mejores para este fin.

Aunque la Diputación de Soria mantiene una cuadra de vacas serranas y hay varios particulares que también poseen ganado de esta raza "sólo podemos hablar de más de un centenar de cabezas de vacas y varias yuntas de bueyes", ha precisado Martín Chicote.

La situación es más apurada en la provincia de Burgos, donde queda una docena de vacas serranas y apenas quedan bueyes "porque el año pasado murió uno de estos animales, 'bonito', y otro buey, 'chaparro', también está ya delicado", ha señalado el presidente de la Real Cabaña de Carreteros, que prevé mantener las tradiciones de toda esta zona de Burgos y Soria, incluidas las razas autóctonas.

En la comarca hay otra pareja de bueyes trabajando y un ganadero está criando una pareja más, aunque todavía son jóvenes, con sólo dos años.

Los bueyes son toros castrados que llegan a vivir de 20 a 25 años pero que no comienzan a estar listos para trabajar hasta que tienen 6 o 7 años, dado que tienen que alcanzar la envergadura necesaria y pasar por un proceso de doma.

Un buey pesa unos mil kilos y su mantenimiento supone un gasto equivalente al de ocho o diez caballos "lo que antes se asumía porque realizaban un trabajo importante, pero ahora al perder la utilidad supone un gasto muy elevado que sólo se justifica por razones culturales, para mantener las costumbres", ha señalado Martín Chicote.

El presidente de la Real Cabaña de Carreteros, una asociación que mantiene dos ejemplares de bueyes serranos puros, ha recordado que en algunos momentos se vendieron ejemplares de bueyes serranos para participar en deportes de tiro en el País Vasco y ha asegurado que hace varios años se llegó a pagar por uno de estos animales 12.000 euros, "aunque hace años que no se vende ninguno".

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