Los móviles, imparables a pesar de la crisis

  • Hamadoun Toure, el secretario general de la Unión Internacional de Telecomunicaciones, ha dado unas cifras de crecimiento para el mercado de la telefonía móvil espectaculares a pesar de la crisis
Wicho/Microsiervos

Según los datos que ha comentado, la ITU calcula que el número de líneas de teléfono, que ya era de unos 4.600 millones a finales de 2009, alcanzará los 5.000 millones a lo largo de 2010, y que el número de líneas utilizadas para conexiones de datos pase de los 1.000 millones poco menos que doblando los 600 millones de finales de 2009.

Esto quiere decir que un aproximadamente 75 por ciento de los 6.800 millones de habitantes del planeta usan un teléfono móvil, aunque en realidad el porcentaje es menor a causa de aquellos abonados que usan más de una línea.

Lo curioso, de todos modos, es que el motor principal de este crecimiento no está en los países más avanzados, como quizás cabría esperar, países en los que por otra parte, como ya sucede desde años en España, el mercado está un tanto saturado con índices de penetración superiores al cien por cien.

En su lugar este crecimiento está siendo especialmente fuerte en países en desarrollo, en los que ya no tiene mucho sentido invertir en infraestructuras de comunicación fijas cuando pueden instalarse redes móviles a una fracción del coste, especialmente en lo que se refiere al mantenimiento.

En ellos, según dijo, hasta el móvil más sencillo representa un enorme avance en campos como el de la salud pública, pues mediante mensajes SMS es posible recordar a los pacientes cuando tienen citas con su médico o para ayudarles con la toma de medicaciones complejas como pueden ser los anti retrovirales.

Por otro lado, en lo que se refiere al acceso móvil a Internet, las predicciones de la ITU apuntan a que en un plazo de cinco años más personas se estarán conectando a la web desde portátiles y dispositivos móviles que desde ordenadores de sobremesa.

De hecho, Vodafone acaba de poner en marcha un proyecto piloto en Sant Quirze del Vallès en el que dará a más de 100 viviendas de la localidad módems 3G HSPA, que ofrecerán una velocidad máxima de unos 10,8 megabits por segundo, y bases WiFi para comprobar durante seis meses si la banda ancha móvil puede servir para sustituir a la banda ancha fija tradicional.

Estas cifras y previsiones de crecimiento de la demanda deberían servir a las operadoras de telefonía para plantearse invertir en aumentar el ancho de banda que tienen disponible para vender y que el público parece deseoso de comprar en lugar de hablar de cosas como cobrarle a Google, como han venido diciendo recientemente César Alierta de Telefónica o Vittorio Colao de Vodafone.

Su negocio en el pasado puede haber estado en vender minutos de voz mientras los abonados utilizaban sus teléfonos fundamentalmente para hablar, pero parece cada vez más claro que ahora los tiros van por otro lado.

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