Los padres deben intentar no contagiar a los niños su síndrome postvacacional

    • El profesor Abat Oliba recomienda predicar con el ejemplo y no transmitir una actitud de queja y negativismo ante la vuelta al trabajo.
    • Los niños suelen tener ilusión por encontrarse de nuevo con sus compañeros de colegio.
Los niños sufren más dolores de cabeza durante el otoño por el estrés de la vuelta al colegio
Los niños sufren más dolores de cabeza durante el otoño por el estrés de la vuelta al colegio

El profesor del Departamento de Psicología de la Universitat Abat Oliba CEU, Ramón Novella, ha advertido de que el síndrome postvacacional de los niños viene generado por sus padres, y ha destacado la necesidad de "predicar con el ejemplo" y no transmitir una actitud de queja y negativismo ante la vuelta al trabajo.

Novella ha destacado que "los niños se adaptan fácilmente a los cambios, mucho más que los adultos", y por este motivo el proceso de aterrizaje se les hace más sencillo.

Según el experto, aunque a muchos les cueste volver, en los más pequeños se da "el efecto contrario de tener la ilusión por encontrarse con sus amigos".

El psicopedagogo ha recomendado a los progenitores no trasladar esta imagen negativa del reingreso al mundo laboral: "Los padres debemos dar ejemplo en nuestro comportamiento. Si continuamente estamos transmitiendo el pesar por el final de las vacaciones y la vuelta al trabajo, queramos o no, estamos generando en nuestros hijos la misma actitud de queja y negativismo", comenta.

Ha indicado que la forma en que el niño expresa su pesar por la vuelta puede ser verbal o manifestarse en otros síntomas, y ha señalado: "La comunicación es difícil, el rechazo a hablar del nuevo curso, los nervios, las dificultades en el sueño o en la alimentación, son señales de alerta que nos pueden ayudar a detectar esta angustia".

Respecto a si es necesario establecer un período de aterrizaje paulatino para aclimatarse al ritmo de vida del período lectivo, Novella cree que lo que debe evitarse es que, precisamente, las vacaciones supongan un corte radical con las costumbres del resto del año.

"Las vacaciones son para descansar pero no para perder las rutinas y los hábitos. Cuando un niño rompe totalmente el ritmo durante las vacaciones se le hace más difícil la incorporación al ritmo escolar. Es recomendable que durante las vacaciones los niños sigan con un ritmo y unos horarios dentro de un ambiente de descanso y cambio de actividad", ha apuntado.¿Qué es el síndrome postvacacional?

El 30 por ciento de los trabajadores españoles está sufriendo o sufrirá el síndrome postvacacional al reincorporarse al trabajo tras el período de vacaciones de verano, según los datos publicados por Adecco.

El síndrome o depresión postvacacional se caracteriza por una sensación de falta de energía, motivación o tristeza que tiene lugar en la vuelta al trabajo, causada por la ruptura del proceso de adaptación o transición entre el tiempo de ocio y descanso y la rutina laboral.

Este síndrome se manifiesta de forma más grave en "los entornos de negatividad en el trabajo, en los que se realizan tareas repetitivas o en los que aparecen jefes poco motivadores", ha señalado la directora de Lee Hecht Harrison, Nekane Rodríguez.

Las personas con poca tolerancia a la frustración y con menos resiliencia son las más susceptibles a sufrir este tipo de depresión. Por otro lado, realizar largos períodos de vacaciones en vez de dividirlas a lo largo del año también puede propiciar el síndrome postvacacional, ya que se produce una mayor desconexión y un cambio drástico de los hábitos de vida. Rodríguez ha explicado que "un hábito necesita 21 días para implementarse, y un mes de vacaciones es tiempo más que suficiente para que una persona se acostumbre a los nuevos hábitos de vida".

Los principales síntomas del síndrome postvacacional, que suelen durar unos 15 días, son la apatía, el cansancio, la falta de concentración, el nerviosismo, el estrés, la tristeza y, en ocasiones, trastornos del sueño. En casos más graves se puede experimentar ansiedad, dolor de cabeza y malestar general. Además, muchas personas que no sufren una depresión postvacacional sí que padecen un cuadro de fatiga o estrés tras las vacaciones asociado con el cambio de hábitos.Un pensamiento positivo, la clave

Tanto en la prevención como en la solución del síndrome postvacacional es esencial tener un pensamiento positivo y ver la vuelta al trabajo como algo bueno y no como una carga. De esta forma, será más fácil reincorporarse a la rutina si se piensa en que se van a retomar las relaciones con los compañeros o en valores que generen motivación.

Para anticiparse a la depresión postvacacional, lo más recomendable es volver a los hábitos anteriores unos días antes de incorporarse al trabajo. De esta forma, es preferible empezar a levantarse pronto y volver del destino de vacaciones unos días antes. Además, durante las primeras jornadas, es aconsejable madrugar más de lo normal para ir al trabajo sin prisa y retomar las tareas laborales de forma gradual. Por último, el deporte y una buena alimentación pueden hacer más fácil la vuelta a la rutina.

Mostrar comentarios