"Nuestros robots podrían empezar a limpiar basura espacial en 2012"

  • Científicos alemanes cuentan ya con la tecnología para emplear robots en la limpieza de las órbitas. Con la inversión necesaria, los primeros autómatas pueden empezar a trabajar en pocos años.
Antonio Martínez Ron
Antonio Martínez Ron

Un ejército de robots que retire la basura espacial y repare los satélites en órbita. Este escenario futurista no es sólo una posibilidad real sino que podría estar listo en muy pocos años, según científicos del Centro Aeroespacial de Alemania (DLR).

"Nuestro plan es construir un satélite con un brazo robótico acoplado", explica Klaus Landzettel, jefe del departamento de robótica, a lainformacion.com. "Ese brazo sería manejado desde tierra o en modo autónomo y capturaría la basura".

En la última cumbre internacional sobre la basura espacial, celebrada a principios de año, los expertos manejaron soluciones tan variopintas como minicohetes o cañones láser para acabar con los residuos en órbita. Pero, ¿y si los robots hicieran el trabajo sucio?  

La idea de los ingenieros alemanes es que estos satélites provistos de brazos capturen los objetos más peligrosos o se acoplen a satélites fuera de uso y los programen para reentrar a la Tierra o alejarse a zonas menos transitadas. "Lo único que nos falta es el dinero", asegura Landzettel. "Si empezáramos hoy podríamos tener el servicio operativo en el año 2012".

Acoplamiento "universal"

Entre las ventajas del sistema desarrollado por el DLR está la posibilidad de que los robots sean manejados desde la Tierra o actúen de forma programada, tal y como han demostrado en las misiones espaciales en las que han participado. "Han formado parte de diversas misiones de la NASA y la ESA", explica Landzettel. "Ahora mismo tenemos un pequeño robot funcionando en el exterior de la Estación Espacial Internacional, y trabajamos en un brazo que ayudará a los astronautas en las labores de mantenimiento".

Otra ventaja es la posibilidad de que el robot se acople, de forma universal  a cualquier objeto en órbita. "Eso es porque no necesita anclajes especiales", precisa Landzettel. "El satélite-robot se agarra a los elementos existentes, como la antena o los paneles solares y después lo reprograma o lo redirige".

Los robots podrían operar tanto en las órbitas más lejanas (GEO) – donde pasarían largas temporadas enviando satélites a las denominadas "órbitas basura", o trabajar en la zona más cercana (LEO), donde "se acoplarían al satélite inactivo y regresarían con él a la Tierra".

Un equipo "poderoso"

El uso de robots para limpiar la basura no es una idea sacada de la chistera. El sistema ofrece las garantías de diez años de pruebas sobre el terreno. En este tiempo, los técnicos del DLR han probado sus robots en el espacio y han afinado las habilidades necesarias para futuras misiones de limpieza: los autómatas son capaces de capturar objetos al vuelo, se mueven con precisión de forma remota y ofrecen un alto grado de fiabilidad en tareas complejas.

"Desde luego", admite el jefe de robótica de DLR, "no será posible retirar toda la basura espacial de la órbita, pero podemos retirar los objetos más peligrosos y evitar que choquen contra los satélites de comunicaciones". Y aunque "el futuro de la exploración no pertenece en exclusiva a los robots", admite Landzettel, "harán un equipo muy poderoso trabajando junto a los humanos".

* Gráfico: Un satélite con brazos para limpiar la basura espacial 

* Seis soluciones imaginativas contra la basura en órbita

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