Pedro Duque: "Necesitamos astronautas con sentido del humor para llegar a Marte"

    • El único español que ha pisado la Estación Espacial Internacional no tiene "ninguna duda" de que el ser humano pisará Marte.
    • "La ciencia es el único método que nos permite predecir lo que puede pasar en el futuro", explica al hablar de Marte, la película de Ridley Scott.
El astronauta Pedro Duque pronunciará en Gijón la conferencia 'Misiones Espaciales y Observación Terrestre'
El astronauta Pedro Duque pronunciará en Gijón la conferencia 'Misiones Espaciales y Observación Terrestre'

Uno de los aspectos de Marte, la película de Ridley Scott protagonizada por Matt Damon, que mejor replican el comportamiento de los astronautas en el espacio es "la relación entre ellos, el control de misión y los responsables de vuelo", asegura Pedro Duque, astronauta español de la Agencia Europea del Espacio, que ha departido esta mañana con un grupo de periodistas en el Centro de Astrobiología. En la película se debate si los astronautas que han dejado atrás a Matt Damon deberían saber que su compañero sigue vivo y Duque asegura que ha vivido situaciones similares: "He sido testigo de una discusión en la que se debatía si había que decir a un astronauta que su madre había muerto".

El astronauta español, que ha viajado dos veces al espacio, ha repasado las posibilidades reales que existen de un viaje a Marte a corto plazo y los problemas a los que se deberán enfrentar los astronautas que hagan el primer viaje a otro planeta del sistema solar: "Será necesario formar grupos de trabajo que pasen mucho tiempo juntos antes de una misión para desarrollar la convivencia. Ya estamos más o menos preparados aunque hará falta un 30% de astronautas con sentido del humor para que funcione".

Lo que Duque si atisba es un retorno a los años en que existía una "competencia" en el espacio. "Esa lucha no es política sino económica. La industria que ivnierta más dinero será más competitiva y la aparición de un programa chino puede suponer un impulso a esa competencia", explica. El astronauta no se moja a la hora de poner una fecha de llegada, "no hay motivo para dar una fecha por segura", pero tiene claro que los fondos públicos son imprescindibles para poner en marcha la maquinaria que permita que, un día, permita que exista un sucesor para Neil Armstrong. "¿Cómo se reúne el dinero necesario para contratar a ingenieros que trabajen en un mismo proyecto durante muchos años?Confianza en el sector público

La llegada de SpaceX y otros actores privados a la industria espacial ha cambiado el panorama de la exploración hasta el punto que Google ha puesto en marcha un premio, que asciende a 20 millones de dólares, para el primer equipo capaz de llevar una nave a la Luna y lograr que se mueva más de 500 metros sobre la superficie del satélite. SpaceX, uno de los últimos actores en salir al escenario, no ha escondido desde su fundación que su objetivo es posar un hombre en Marte en la próxima década. Duque tiene algunas dudas sobre la capacidad del sector privado para acometer inversiones tan costosas como las que implica un viaje a Marte: "Para que haya una finalidad comercial se necesita que haya unos réditos que hagan razonable la inversión. Al principio es necesario un impulso gubernamental porque no hay un rédito comercial. Ya hemos visto lo que ha pasado con Mars One [el supuesto reality que iba a mandar a un grupo de gente a Marte en un vuelo sin retorno y que se ha demostrado que era una estafa]. Para los primeros viajes es necesario el impulso de los gobiernos y de la financiación pública".

Uno de los aspectos que no quedan claros de cara a la futura colonización del espacio es la propiedad de la Tierra. Los cinco tratados internacionales firmados hasta la fecha aseguran que ningún país puede reclamar ningún territorio fuera de la órbita terrestre pero las dudas surgen con la explotación comercial de algún elemento que se pueda encontrar en Marte, en la Luna o en algún asteroide. "El precio de producción de un material en Marte sería inmenso. Pero eso se está estudiando el viaje de astronautas a asteroides y satélites cercanos porque podría haber material que se podría explotar".

Después de viajar al espacio en 1998 y en 2003, Pedro Duque dirige la Oficina de Operaciones de Vuelo en la ESA en la que trabaja en las operaciones que la agencia lleva a cabo en la Estación Espacial Internacional. Preguntado sobre el por qué de la presencia humana en Marte en lugar de continuar con la exploración robótica, el astronauta lo tiene claro: "Tener a gente sobre el terreno ayuda a decidir más rápido qué muestras se recogen. Los retrasos en las comunicaciones implican que vehículos como el Curiosity sólo hacen unos pocos kilometros al año [la nave superó la marca de los diez kilómetros el pasado mes de abril]".

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